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Crítica de música

Aus tiefem Traum bin ich erwacht

Aus tiefem Traum bin ich erwacht

A sí canta la mezzosoprano al inicio del cuarto movimiento de esa obra curiosa, rara (Mendi dixit), especial por muchos motivos que es la Tercera Sinfonía de Gustav Mahler.

De un profundo sueño desperté.

En efecto, como si de un sueño se tratara, el pasado jueves pudimos escuchar en directo esa partitura extensa, intensa, ecléctica, y de difícil programación, por su complejidad, como inicio de la Temporada de la Orquestra Simfònica.

Tres elementos, pero, han hecho posible esa velada histórica: Disponer de una orquesta profesional que ha evolucionado desde sus inicios, y mucho; tener un coro como el de la Universitat Illes Balears que además fomenta la cantera infantil y juvenil y por último poseer un espacio como es la Sala Magna del Auditòrium de Palma.

Sin esos tres vectores, esas partituras grandes, en complejidad y número de intérpretes, nunca podrían programarse aquí.

La velada que comentamos fue (ya se adivina), para el recuerdo. Una más. La Orquestra, ampliada con la Acadèmia Simfònica, dio una auténtica lección de romanticismo; como grupo (que ofreció un sonido compacto), sección a sección (que bien las nueve trompas, ¡nueve!) o solista a solista (interminable sería la lista de nombres a destacar, aunque sí es justo citar a Michel Herment como trompeta fuera de escenario en el tercer movimiento). Todo sonó a Mahler. El compositor estuvo ahí, se notaba su presencia.

Maria José Montiel tiene una voz apropiada para esas dos aportaciones, breves pero no fáciles, en el cuarto y quinto movimiento. Mahler pide un amplio registro a la cantante, para potenciar, con los graves o los pianos agudos, el texto, sea éste de Nietsche o del cancionero popular alemán. La premiada cantante española mantuvo una buena dicción así como una musicalidad al estilo Christa Ludwig (de ensueño la versión en la que la mezzo alemana colabora con Leonard Bernstein).

Por lo que a los coros se refiere, ¿qué podemos añadir que no sepamos de la coral UIB? Como siempre, el grupo (aquí solamente mujeres) que dirige Joan Company, estuvo a la altura. Sin esa formación hablar de la Tercera o la Segunda (como la temporada pasada) de Mahler sería un sueño. Y no lo es. Es una realidad.

Pero debemos añadir el papel del coro de niños, nada trivial. Esa coral Onzequinze de Juventuts Musicals, adscrita a la familia vocal de la UIB, se mostró atenta, afinada, jovial, como debe ser. Y eso gracias a la preparación y dirección de Esther Barceló y Santiago Francia, así como la de otros directores que con su trabajo han formado esas voces jóvenes. Enhorabuena.

Pablo Mielgo, que dirigió el concierto con entrega y pasión (concierto dedicado a la memoria de Mariano Isasi, recientemente fallecido), se está convirtiendo en un mahleriano de pro. Ha superado otro reto. Después de la Segunda, ahí va la Tercera. Y vencida. Desde que lleva la batuta de la formación ha incluido a Mahler en su agenda. Nada que objetar, más bien al contrario.

Tercera Simfonia de G. Mahler

Auditòrium de Palma / 20 de octubre

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Coral UIB, Coral Infantil Onzequinze

Acadèmia Simfònica

M. José Montiel, mezzosoprano

Orquestra Simfònica de Balears

Pablo Mielgo, director

Aus tiefem Traum bin ich erwacht

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