Chang Ma nació en la provincia China de Hubei hace tan solo 14 años. El pasado martes ganó el Frederic Chopin International Piano Competition Valldemossa, el primer concurso en torno a la figura del intérprete polaco en Mallorca desde el año 1990.

El joven pianista ha elegido Mallorca no solo para concurrir en el certamen, también para seguir formándose como músico. Chang Ma empezó a tocar el piano como una actividad extraescolar; también asistía a clases de baile aunque finalmente se decantó por dedicarle más tiempo a la música. En la actualidad también practica deportes, reconoce que es un apasionado del fútbol y apunta que durante su estancia en Mallorca ha descubierto el billar, un pasatiempos que le "encanta".

Aunque se siente "feliz" tras ganar el premio, le resta importancia. El joven pianista valora mucho el proceso y el trabajo realizado durante estos días que ha pasado en la isla aprendiendo de maestros europeos. "Esta experiencia es el verdadero premio", confiesa.

Ma explica que existe una gran diferencia entre la manera de enseñar música en Europa y en China. En su país se gestionan mucho más las emociones y la mente, además de un altísimo dominio técnico. En cambio, en Europa, "los pianistas están más ligados a los autores y adquieren un conocimiento profundo del significado de la música que interpretan".

Para el joven es "un auténtico privilegio"poder visitar la celda que habitó Chopin en Valldemossa, ya que esto implica conocer de cerca este lugar en el que el intérprete residió y compuso. Es un punto muy importante, porque esto le permite "entender mejor" la música del genio polaco. Añade que este periodo de formación le ha servido para cambiar su visión sobre Chopin: "Antes tenía una concepción más dulce de su música, más sensible. Ahora he descubierto que su figura es mucho más heroica, con más carácter y valiente".

Para él ha significado todo un honor participar en este certamen, además de una gran responsabilidad, ya que intenta plasmar cuando interpreta lo mismo que sintió Chopin en su época. Conocer la celda de la Cartoixa supone para Ma "poder ponerle imágenes a la vida de Chopin".

Respecto a su carrera profesional, el joven espera que esta gire en torno la generosidad y el acto de compartir su música con la audiencia. Quiere "encontrar un punto de equilibrio en el que pueda sentirse libre para poder expresar los sentimientos que lleva dentro", señala. Sus planes de futuro pasan por la interpretación y poder inspirar a una futura generación de pianistas.

El joven músico reconoce que se ha sentido muy arropado durante su estancia en la isla y que volverá el próximo verano.