TODOS FUIMOS RESIDENTES

Uno de los conciertos del verano ya tuvo lugar y el poso fue de conquista. Los puertorriqueños René Pérez Joglar –Residente– y Eduardo Cabra Martínez –Visitante– pueden contar como muesca verdadera esta plaza isleña, frente a un público que, curiosamente, se nutrió en su mayor parte de mallorquines y poco, poquísimo, de audiencia de origen latino. Nos ganaron, sin paliativos, y todos los residentes pasamos a comulgar con el credo de Residente y compañía.

Abrieron el evento los locales Rumba Katxai, evidenciando que si una banda es sólida y tiene buenas canciones, rinde espléndidamente sobre un escenario grande y con buen equipo. El momentazo, cómo no, con el temón ¿Y pa’ ke te poni’ así? Después, los totémicos jamaicanos The Skatalites sonaron como lo que son: firmes baluartes de ska y reggae clásicos, apoyados en una banda joven y dos de los miembros originales. Tocaron canciones ya universales como Guns of Navarone, Latin Goes Ska o su versión a lo ska del tema principal de James Bond, más alguna digresión reggae un poco dispersa. Con ellos llegó también la polaridad de la noche: para parte del público ellos eran los cabezas de cartel.

Sin embargo, por lo que se pudo comprobar in situ, para la mayoría de los asistentes los auténticos protagonistas del cartel eran Calle 13. La banda, once integrantes contándolos a ellos, sonó poderosa y definida, bastante pletórica. El repertorio de los sudamericanos se encasilla a menudo en lo básicamente reguetonero, cuando en todos sus discos han aspirado a una diversidad latina más que suficiente y a unos registros rockeros bien encajados. Los presentes sobre el escenario lo reflejaron más que bien.

Arrancaron con Fiesta de locos, y ya entonces todos nos habíamos olvidado de que era martes. Con Cumbia de los aburridos llegó el primer éxtasis: Residente preguntó “¿Estamos vivos?” y nos pidió que nos abrazásemos, conocidos y desconocidos. Lo hicimos. Tocaron La vuelta al mundo y nos llevaron con ellos a darla. Tocaron Multiviral como ejemplo perfecto de su voluntad palabrera, de lo obvias pero eficientes que son a menudo sus letras. Tocaron Atrévete-te-te y vino otro despiporre. Fue a partir del primer bis cuando se pusieron más reguetoneros, y con Muerte en Hawaii un sujetador voló hasta el escenario. Era la canción para hacerlo. Hacia el final, Vamos a portarnos mal, más mensaje previsible pero funcional, infalible como la posición del misionero. Como colofón, una pregunta parecía flotar en todas las bocas y las miradas: ¿habría estado mejor el concierto con más oldies reguetoneros? La respuesta, tal vez, sea que pocos subidones vamos a ver esta temporada como el vivido con Atrévete-te-te.

Calle 13 + The Skatalites + Rumba Katxai. Martes 14 de julio, Son Fusteret. 4.000 personas aprox.