El hombre es el único animal que tropieza dos veces con el mismo Village. Cuando se montó el año pasado en sa Faixina fracasó por dos motivos muy concretos: porque tenía una imagen tan pija y rancia que provocaba rechazo (asumidlo, pijitos: la gente normal somos mayoría) y porque el calendario de eventos era muy aburrido. Éste pretendía vender exclusividad por medio de un mantra típicamente provinciano: venid, que habrá famosos.

Pero éstos fueron de cuarta categoría (Olfo Bosé; el hijo de José Coronado) o figurantes de segunda que en el pasado casi fueron alguien (David Delfín, Bimba Bosé, Paola Dominguín). Sólo Mario Vaquerizo, parodia de icono mediático inteligente, trajo lo que había que traer: populismo bien entendido. Pero es muy dudoso que los tiros –que los habrá– vuelvan a ir por ahí.

La adulación del poder adquisitivo es de paletos, y no demuestra categoría sino falta de cultura. Y ésta, lo dicen los grandes pensadores como Timón y Pumba –esta es la cita pedante–, ayuda a entender el mundo. En éste hay esnobismo, cualidad en absoluto peyorativa como bien demostró Truman Capote –esta es la cita sacada de Wikipedia–. Ningún problema con una ración de esnobismo y glamour bien entendidos, si se entiende que ración y rancio no son lo mismo.