Todo el mundo está de acuerdo: Mallorca es un tesoro de música. Y la unanimidad se extiende a Beach Beach: son una de las bandas más prometedoras, y su debut en larga duración, Tasteless Peace, no ha hecho sino aumentar su número de fans, tanto en la isla como en la península, y la expectación ante su incipiente carrera. Son, por derecho propio, otro de los cabezas de cartel del Jarana Festival.

–¿Cuánto de calma mallorquina y cuánto de frenesí barcelonés tiene Tasteless peace

–Tiene el frenesí de Barcelona en los tempos, en la intensidad nerviosa, y la calma isleña en la sonoridad.

–¿Y dónde queda el Mediterráneo? ¿Estaba más presente en el aire tropical de las canciones antiguas?

–Si nuestras influencias musicales son anglosajonas, y también australianas, el Mediterráneo puede estar en la imperfección, en el dejarlo como está. En los discos americanos hay demasiada ejecución perfecta.

–¿Cómo es la vida de alguien que toca en un grupo adulado por instituciones como la revista Rockdelux

–Es como la de cualquier otra persona que no tiene trabajo y puede dedicarse a leer lo que escriben de uno. Antes, con el tipo de éxito del que disfrutamos, podías comprar el pan cada día.

–¿Entonces te dedicas todo el día a preocuparte solo de la música?

–No. Dedico gran parte del día, pero la promoción, la producción, etc., te quitan mucho tiempo. Hoy apostamos fuerte por esto porque no hay manera de encontrar un trabajo estable y que tu sueldo llegue al día 10.

–A mí me emocionaría fichar por el sello de un integrante de un grupazo como Nueva Vulcano [Albert Guàrdia, batería].

–Es uno de los motivos. Insistimos mucho en fichar por su sello. Además, su hermano es un gran diseñador que, además de haber hecho nuestra portada, trabaja mucho para la discográfica BCore. El sello, La Castanya, nació hace poco, después de toda la movida con internet, y en vez de verlo como algo malo saben convivir con ello. Y cuidan mucho sus ediciones y su catálogo.

–Tenéis una influencia evidente del indie de los noventa más pegadizo pero no del introspectivo. ¿No os interesa la introspección?

–Precisamente queríamos eliminar esa introspección. Veíamos mucho potencial en contrastar el sonido del indie-rock de principios de los 90 con los ritmos rápidos de la new wave. Queríamos que nuestra música fuese rápida, intensa y breve.

–¿Hasta qué punto ha sido importante la prehistoria de Beach Beach (teníais una teclista, otro batería) para llegar a ser lo que sois hoy?

–No mucho. Cada proyecto ha partido de unas circunstancias diferentes a las anteriores. Este disco lo empezamos a grabar el día después de que Gabi [anterior batería] dejase el grupo. Estaban las ideas, pero el disco salió de la dinámica entre Tomeu [cantante], Púter [Satellites, El prehome indefinit; quien grabó el disco] y yo. Nos dejamos llevar. En eso también fuimos mediterráneos.

–¿Dónde tenéis ubicadas las canciones más antiguas: están cerca, o cada vez os reconocéis menos en ellas?

–Tocamos todas las canciones, también las del single y el EP. Ya veremos qué pasa cuando haya canciones nuevas y haya que acortar repertorio. Y también tiene lo suyo tocar canciones antiguas con la banda nueva.

–¿Para grabar con alguien como Púter es mejor ir con las ideas bien claras o todo lo contrario?

–Siempre que vas al estudio tienes que tener las ideas claras, tú o el productor. Pero al final siempre te vas un poco por las ramas gracias a las posibilidades que tienes a tu alcance, sea una superproducción o una cosa más sencilla. No es necesario ir con todo el discurso temático cerrado, pero sí con una cierta unidad. Puter te ayuda mucho a nivel de dudas.

–Los discos hechos a la antigua se preocupaban de que la canción número nueve fuese tan buena como la primera. ¿Habéis querido hacer un disco a la antigua?

–Totalmente. Las fórmulas de las canciones son las de los singles. Es como una colección. No algo tan simple como una mera colección de singles, pero sí algo que entra rápido.

–¿Qué significa Tasteless Peace

–Es la paz insípida. Sale de una estrofa de una canción que dice “que paz más insípida estar sin ti”, en el sentido de mejor estar mal acompañado que solo.

–¿Qué representa la portada?

–Es un pequeño tributo al primer disco homónimo de Maria del Mar Bonet. Como aquel, busca transmitir lo luminoso pero con un punto de tensión.

–¿Qué tal la experiencia de tocar en el Primavera Sound de este año?

–Una pasada. No solo lo musical sino también tener que correr todo el día de un lado a otro, que te persigan los medios... El Primavera es un gran escaparate, de tu gente y de los que pasan por allí, que no son pocos, te conozcan o no. El crecimiento exponencial de público puede ser muy importante.

–Aparte de muesca lustrosa en el currículum, ¿sirve de algo tocar a una hora tan temprana [tocaron a las cinco de la tarde del viernes]?

–La verdad es que sí. Toda la parte de sombra estaba llena, te vienen a ver otros grupos...

–A las bandas emergentes me gusta preguntarles si les gustaría vender un millón de discos.

–Me encantaría, pero en España es imposible. Los artistas importantes no venden ni 10.000. Digo importantes, interesantes, no Bisbal. Aunque después hablas con grupos como los chilenos Astro y te dicen que no les va mal, que han vendido “apenas” 45.000 copias...

–¿Sois de esos que mientras promociona un disco ya tiene el siguiente escrito?

–No, de momento estamos tranquilos, sin presión, recopilando ideas, anécdotas musicales... Me gusta trabajar con una planificación.

–¿Cómo se ve Mallorca desde Barcelona?

–Muy bien porque los grupos vienen a Barcelona a tocar. Hay muchos que están tocando por la península, sin relación musical entre ellos. En Mallorca no hay escena. Escena no es solo un montón de grupos. Nosotros estamos apadrinados por la escena de Vic, que sí son escena aunque ellos no lo acepten: gente con la misma edad, los mismos gustos, el mismo público, el mismo tiempo libre...

–Compañero periodista, ¿me he dejado alguna pregunta en el tintero?

–Creo que no... Tal vez el directo, la parte energética.

–¿Como lo que se pudo ver en vuestro concierto en la palmesana sala Vamp?

–Exactamente.

–Has elegido dos profesiones contrapuestas: la libertad máxima de hacer lo que quieras con tu música frente a las servidumbres que impone el periodismo, el a menudo no poder decir lo que piensas o no poder escribir sobre lo que te parece noticiable.

–Va bien un poco de cada cosa, que te digan “esto no lo puedes hacer”.

–¿Por qué estudiaste periodismo?

–Para explicar las cosas desde mi punto de vista, aunque sea con pequeñas dosis. Creo que es posible.

Para escuchar a Beach Beach: http://beachbeach.bandcamp.com/

Resumen de los conciertos de presentación de Tasteless Peace: