Galería de fotos por César de la Lama: comunidad.diariodemallorca.es/galeria-multimedia/Cultura/Chenoa-concierto/35883/1.html

Chenoa. Trui Teatre, viernes, 2 de diciembre. Aforo: ¾ largos (1.100 personas prox.)

SIN EVOLUCIÓN

Quien se acerque a un concierto de Chenoa sin ideas preconcebidas encontrará un par de buenas canciones de pop comercial y otro tanto de buenos estribillos. Y también encontrará a una artista que no ha evolucionado en los últimos diez años. El estándar, en forma y fondo, es aún el que marcó Operación Triunfo, aquel engendro que hipotecó la ambición y el progreso natural en la música popular española (y que fue tan poco fiscalizado y atacado por los medios generalistas, pero ese es otro artículo).

Si se echa un vistazo a las ediciones de otros países o a programas similares, se puede comprobar como lo ñoño y facilón que definió al OT español sólo se ha dado aquí. En otros concursos foráneos ha habido también propuestas irrisorias, pero al mismo tiempo las había modernas y exigentes. El modelo y la aspiración eran otros. Si OT hubiese sido una academia de cine el arquetipo sería Torrente. O peor, Pajares y Esteso.

La mayor parte del repertorio de Chenoa está enmarcado en clichés previsibles, pero además su concepto de directo (¿lo tiene?) es de un estatismo que sorprende: uno piensa que después de tantos años de carrera la cantante tendría recursos para dar un buen espectáculo, pero por lo visto el viernes no es así. La única solución utilizada fue la de presentar las canciones, y la evidente autosuficiencia mostrada en esos interludios gustará al fan entregado, pero aleja al espectador imparcial.