Humanidades

Nosotros somos los griegos

Se trata de una apología a favor de la vuelta al estudio de lo clásico

Ricardo Moreno Castillo.

Ricardo Moreno Castillo. / Planeta de libros

Lina Vidal Nicolau

En estas fechas en las que hacemos planes de futuro para el año que se acerca inexorablemente, me gustaría proponerles un viaje al pasado con este libro. 

El hecho de que el autor sea licenciado en Matemáticas y Doctor en Filosofía ya es un preludio de lo que nos vamos a encontrar. Con su ejemplo personal vemos que la distinción entre Ciencias y Letras actualmente carece de sentido, ya que deberíamos alcanzar una educación integral y no sesgada por distinciones totalmente arbitrarias. Todas las ciencias actuales provienen de la Antigua Grecia y parece que nos hemos olvidado de ello. 

El texto es una apología a favor de la vuelta al estudio de lo clásico y al reconocimiento de su valor. La extensión es breve y combina el ensayo con el comentario de citas muy bien escogidas. Podría haber sido una crítica exacerbada a los últimos planes educativos o a la sociedad en general y no lo es. En realidad, es una necesidad de volver a nuestros orígenes y realizar ese recorrido, que es el de cada uno de nosotros. Es imposible pretender mejorar el futuro si no sabemos de dónde venimos porque eso implica el desconocimiento de nuestra identidad. Los griegos son los creadores de la Filosofía, ese arte que consiste en reflexionar sobre lo que hacemos, por lo que tenemos una deuda importante con ellos. Un ser humano cabal no puede renegar de sus orígenes porque gracias a ellos somos quienes somos.

RICARDO MORENO CASTILLO. Los griegos y nosotros. De cómo el desprecio por la antigüedad destruye la educación Fórcola. Singladuras, 128 páginas.

RICARDO MORENO CASTILLO. Los griegos y nosotros. De cómo el desprecio por la antigüedad destruye la educación Fórcola. Singladuras, 128 páginas. / Lina Vidal Nicolau

Es curioso cómo hoy en día se menosprecia la memoria cuando, en realidad, si no tenemos una base en la que poder asentar nuestros conocimientos no podemos avanzar y, para ello, es imprescindible la memoria. Ya lo decía Aristóteles: “Sin memoria no hay experiencia”. Hoy en día la sociedad es muy crítica y para poder tener espíritu crítico debemos tener conocimientos con los que argumentar. Para poder ser libres y poder opinar de manera razonada, cuantos más conocimientos tengamos, mejor. Así que, considero que este libro es una buena ocasión para reconciliarnos con el pasado, que tanta falta nos hace, para poder encarar el futuro próximo con esperanza e ilusión.

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