A lo largo de 9 cartas, el director de orquesta, musicólogo, didacta, voluntario (aveces casi mago) Ignacio García-Vidal, enseña, utilizando la música y la dirección de orquestas casi como excusa, para dar, a golpe de batuta, lección tras lección sobre la vida.
Escribe con ritmo alegre, y la fuerza del mensaje va in crescendo, se podría decir. Al principio comienza con un delicado pizzicato, con cuidado, agradeciendo las cartas a un imaginario “joven director”, que podría ser él, podrías ser tú, pero también podríamos ser todos. Acto seguido, comienza la obertura, por todo lo alto, con cañones y fuegos artificiales, todo, con una sencilla pregunta: “¿Qué quieres?”.
Con apenas 72 páginas, no hay espacio para lo superfluo. Se habla, con la certeza que da el haber probado de lo que se habla, sobre las decisiones de vida, sobre seguir los sueños, vivir como uno desea, que hay momentos para cada cosa, pero que hay cosas que sólo se pueden hacer una vez y en un momento determinado. Habla de sacrificios y de recompensas, de que el éxito y el fracaso, muchas veces, no son más que los dos filos de una misma espada.
En definitiva y casi sin que te des cuenta, hace un repaso de su trayectoria vital, desde su juventud e inexperiencia, hasta su madurez profesional, recordando sus años de juventud, sus dudas y preguntas, pero también las enseñanzas de sus maestros y de sus experiencias.
Con un formato sencillo, un lenguaje claro, directo y cercano; es una obra perfecta para cualquier joven, independientemente de su edad, sin la necesidad de pertenecer al mundo musical.
