Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Stephen King.

Cine

S. King mantiene "eso"

Arranco con unas cifras rápidas y elocuentes: Stephen King no ha ganado el Nobel o un Pulitzer, sólo algunos premios especializados en ciencia ficción, fantasía o terror. Sin embargo, seguro que muchos escritores de alcurnia envidiarán su productividad (50 novelas, más de 200 relatos y 5 ensayos), sus ventas (más de 350 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo) y, lo que nos interesa, su buena sintonía con el cine (242 menciones en títulos de crédito de cine y tv, según IMDB).

Otra circunstancia envidiada es su prematuro éxito, con una pizca de suerte. Al publicar en 1974 Carrie, su primera novela, un escritor amigo suyo lo era también del cineasta Brian de Palma, por entonces apenas conocido. El filme disparó a ambos al estrellato. El tema principal de la novela, la venganza de la estudiante despreciada por sus compañeros, conectó con muchos espectadores. Al momento cumbre de esa venganza, la fiesta de fin de curso escolar, De Palma le sacó toda la sangrienta punta. Esa escena sigue siendo uno de las más destacadas del cine de terror del siglo XX.

Para King, el éxito de Carrie supuso que se lo rifaran grandes directores. En 1980 Stanley Kubrick le llamó para El resplandor. Aunque la película no esté entre las mejores del cineasta británico, tiene momentos impactantes, como el cuchillo de cocina atravesando la puerta del baño ante una aterrorizada Shelley Duvall, los paseos del niño en cochecito por los pasillos y sus encuentros con fantasmas, o la persecución final por el laberíntico jardín.

Esta obra incluye uno de los temas/leitmotivs recurrentes de King, dar protagonismo a escritores. Como la profesión en sí es estática/aburrida a priori (al contrario que, por ejemplo un espía o un mago), King les ha añadido salsa picante al acoplarlos con tramas terroríficas, psiquiátricas o fantásticas.

En 1983 se estrenaron otras dos destacadas películas. La zona muerta (David Cronenberg), bucea de nuevo, con otro registro, en el tema de las habilidades parapsicológicas. Christine (John Carpenter) es una road movie de coche endiablado. Stand by me (Rob Reiner, 1986) es otra notable película con otro tema recurrente, el de los preadolescentes ´raritos´ con ansias de aventura y que maduran prematuramente al investigar un asesinato.

La década de los 90 se inició con la adaptación, en una serie de dos capítulos de TV, de It. El payaso sicópata atrapaniños impactó en su momento, igual que la versión de este año. Una vez más, un grupo de chavales descastados se llevan los sustos y la (aparente) medalla final.

También de 1990 es la única película ligada al autor que ha ganado un Oscar. Misery (dirigida de nuevo por Rob Reiner) es un drama psicológico muy intenso sobre un escritor encerrado en casa tras un accidente de tráfico y secuestrado psicológicamente por una admiradora. La actuación de Kathy Bates provocó la admiración del gremio y millones de espectadores. La nota curiosa es que King años después (1999) sufrió también un grave accidente y se aprecian paralelismos premonitorios entre vida y obra.

Cuatro años más tarde Frank Darabont, un guionista en fase de promesa, se fijó en un relato de King titulado Rita Hayworth y la redención de Shawshank, un drama carcelario ambientado en la posguerra mundial. Dos presos (encarnados por Morgan Freeman y Tim Robbins) ladean al corrupto director del centro penitenciario y forjan una gran amistad. El guión, la dirección, los actores, el tono son acertadísimos. Por eso el filme aguanta bien el paso del tiempo.

La milla verde (1999 Frank Darabont, de nuevo, Tom Hanks en cabeza de cartel) tuvo también éxito. Destaca una vez más el toque King: un preso con poderes curativos descoloca a guardas y otros presos de un corredor de la muerte. Otras películas o ficciones televisivas mentables de estas décadas intermedias son Salem´s lot (1979), Dolores Clairborne (1995) o La niebla (2007).

La pareja de adaptaciones de este verano de 2017 dan pie a una moraleja. La torre oscura ha sido un fracaso de público y crítica al intentar comprimir cuatro tomos en una sola película, dejándose el alma (de los personajes sobre todo) en el camino. En cambio It ha arrasado en taquilla y obtenido críticas potables. Confirmación de que el escritor, recién cumplidos los setenta años, mantiene ´eso´, el duende, la habilidad de conectar con nuevas generaciones de lectores y espectadores. Es más que un escritor de género y bastante mejor que muchos autores de superventas.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.