De entre los libros de relatos, mis preferidos son los que tienen una cierta unidad temática, los que enlazan sus piezas con una misma poética que a veces puede aparecer con extrema sutileza y otras sin posibilidad alguna de error. Los prefiero, sin saber muy bien por qué, a aquellos que solamente son una colección de cuentos sin más relación unos con otros que el hecho de haber sido escritos por el mismo autor. En esos casos, a veces encontramos relatos que han sido escritos con años de diferencia, y los saltos estilísticos, temáticos, incluso lingüísticos, son irreparables.
El caso de Piernas fantásticas, del madrileño y cordobés Ricardo Reques, se encuadra dentro de esos libros con unidad temática muy marcada, sin posibles dudas. Los diecisiete relatos que componen el volumen se centran exclusivamente en las piernas de las mujeres. Ante tal presupuesto literario es inevitable que la memoria te lleve al inconmensurable Senos de Ramón Gómez de la Serna, uno de los monumentos de erotismo español (largo tiempo prohibido durante el franquismo) y uno de los más turbadores acercamientos al particular fetichismo ramoniano. En la obra de Reques, como en la de Gómez de la Serna, se aprecia una fuerte obsesión por el Eros y una marcada tendencia al voyeurismo, pero no van más allá las cercanías. La gracia de Piernas fantásticas está en otra serie de juegos que el autor plantea al lector. Es fácil adivinar en varios relatos la presencia de celebrities, de mujeres conocidas, deseadas, adoradas, cuya presencia anima una lectura cargada de emoción y también de contención, algo muy apreciable sobre todo en un terreno tan sicalíptico, en el que sería muy fácil dejarse llevar hasta el barro de lo soez. Sin embargo, Reques sabe construir una serie de buenos relatos entre los que destaca el que abre el libro, El secreto de Tramell (Catherine Tramell es el personaje interpretado por Sharon Stone en Instinto básico), historia a la que da un giro fantástico; el relato Loba, que tiene un marcado acento gótico, o Dedicatoria, a mi juicio el mejor construido de todos, con un lento crescendo perfectamente trazado.
Quizás Piernas fantásticas, como el recordado Senos de Gómez de la Serna, el Coños de Juan Manuel de Prada o Las once mil vergas, de Apollinaire, sea el libro de una obsesión, pero eso siempre será secundario. La importancia del libro estriba en el tratamiento elegante, imaginativo y tremendamente literario de una parte de la anatomía femenina que resulta tan fascinante como el resto.
RICARDO REQUES
Piernas fantásticas
Ilustraciones de Soledad Velasco
ADESHORAS, 204 PÁGINAS, 15 €
