La tercera revolución industrial, La civilización empática o El fin del trabajo son algunos de los ensayos de este interesante analista con cierto sesgo de visionario que promulga en su último libro que la sociedad se encuentra en una metamorfosis del modelo económico tradicional causado por el propio desarrollo del capitalismo y del que empieza a derivarse que dentro de 35 años el capitalismo ya no sea el modelo hegemónico y que tenga que cohabitar con otro sistema. El capitalismo convivirá con la economía colaborativa. Los argumentos de La sociedad de coste marginal cero son muy claros y razonables. Rifkin sostiene que el procomún colaborativo está transformando nuestra manera de organizar la vida económica y ofrece la posibilidad de reducir las diferencias en ingresos, de democratizar la economía mundial y de crear una sociedad más sostenible desde el punto de vista ecológico. De hecho, según él, ya estamos presenciando la aparición de una economía híbrida, en parte mercado capitalista y en parte procomún colaborativo; dos sistemas económicos que suelen actuar conjuntamente y que, a veces, compiten entre sí. Algunos ejemplos son BlaBlaCar, la plataforma online que pone a los propietarios de un coche en contacto con viajeros para realizar juntos un trayecto de larga distancia y compartir gastos -y que ya cuenta con diez millones de usuarios en Europa-. O las cooperativas de energía renovable que, según Rifkin, en Alemania producen casi el 27% de energía eléctrica y controlan casi todo el mercado de energía verde, donde las grandes eléctricas como Eon sólo generan un 7% del total.
Su defensa de esta nueva economía basada en la colaboración entre los ciudadanos (el típico cópiame esta cassette y yo te paso otra), se ve amplificada por las redes sociales, cuyo papel es determinante porque la economía de Internet necesita menos puestos de trabajo y que por lo tanto estamos ante una revolución industrial que necesita reestructurar el trabajo. Otra de las cuestiones que aborda el libro es el conflicto entre propiedad privada y el procomún (los bienes comunitarios, como las sendas, el derecho a pescar en los ríos...). Rifkin afirma que el capitalismo ha arañado parcelas de los bienes comunales (primero cercaron los montes, luego patentaron los inventos y se creó la propiedad privada en los libros y música, también se comercializó el espectro de frecuencias de la radio, la televisión y el teléfono). De ahí que surgiesen movimientos a favor del software libre. En el futuro cercano que visiona, las universidades a distancia permitirán asistir a clases de los mejores profesores del mundo a un coste ridículo; los niños utilizarán impresoras 3d y se convertirán en prosumidores -gente que produce y consume sus propias cosas-; las casas estarán conectadas a redes y sensores inteligentes que darán todo tipo de información sobre consumo, temperatura, etc. Y existirán redes de información pública donde se dará cuenta de los gastos presupuestarios y las cuentas de nuestras instituciones. Será una era de gran transparencia dominada por lo que rifkin llama el Internet de las cosas. Un mundo en el que habrá muchos desafíos, como el de la seguridad amenazada por el terrorismo en distintas formas y que gozará de más oportunidades que ahora. Libros como La sociedad de coste marginal cero contribuyen a entender la complejidad de los cambios sociales y económicos que promueven las auténticas y revolucionarias bases del siglo XXi. su lectura es imprescindible brújula para la reflexión y el debate.
JEREMY RIFKIN
La sociedad de coste marginal cero
Traducción de G. Sánchez Barberán
PAIDÓS, 464 P., 28 ?/E-B., 14,99 ?
