Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Clásicos

Jaque en el espejo

Jaque en el espejo

A lo largo de las últimas décadas, la Alicia de Lewis Carroll se ha reencarnado, ha tomado nuevas formas, en la pluma de los ilustradores más variopintos. A la ya familiar, clásica, de John Tenniel, que habremos tenido la oportunidad de leer en las distintas reediciones que de Alicia en el País de las Maravillas y A través del espejo ha publicado Alianza en su edición de bolsillo, se han sucedido las que autores como Franciszka Themerson o, más recientemente, Peter Kuper (edición en castellano en Sexto Piso, 2011) han llevado a cabo.

Precisamente las que Franciszka Themerson hizo para A través del espejo en 1945 son las que rescata la edición de Media Vaca que nos ocupa. Debido a las vicisitudes que corrieron dichas ilustraciones (encargadas por el editor Harrap, que no publicó el libro, quedaron olvidadas en un cajón hasta 1969, cuando la autora las recupera sólo en parte), la edición completa no vio la luz hasta 2001, año en que Inky Parrot Press la mandó imprimir. Según cuenta Vicente Ferrer, su editor español, éste ha sido otro libro dificultoso por varios motivos: primero, por la necesidad de contar con una buena traducción; y segundo, por cómo resolver el vacío que dejaban las ilustraciones que se perdieron en Harrap´s. Si el primero de ellos se encomendó a Andrés Ehrenhaus, traductor de reconocida valía, el segundo quedó en manos de un fotógrafo, Santiago Martí, que retrató a una pequeña Carlota, trasunto de la propia Alicia, junto a los gatos traviesos con que comienza el relato. Resuelto el problema sobre cómo completar la parte gráfica de esta edición, el libro se lanzó casi al mismo tiempo en que Carlos Pérez presentó su Buffalo Bill Romance en 2013. Un libro igualmente dificultoso en su edición según Ferrer, e igualmente imprescindible. El tiempo que habremos prestado a este otro anterior se lo hemos quitado al de Carroll y Themerson; un tiempo que ahora recuperamos, hipnotizados por las ilustraciones de Themerson, sencillas (una Alicia dibujada a plumilla con tinta negra, a la manera de la de Tenniel; el resto de personajes los resuelve con tan sólo dos tintas), encantadora la mezcla de azul y rojo.

Profesor en Oxford, solitario, dotado de una imaginación sin límites, Lewis Carroll vertió primero en Alicia en el País de las Maravillas y luego en A través del espejo, el libro que nos ocupa, dos concepciones filosóficas de la vida; si en el primero, según cuenta Jorge Cadavid en el texto incluido en este libro, "el lector entra en un mundo anárquico en el que todos actúan a su antojo y es imposible llegar a un acuerdo", en el segundo "el lector se enfrenta a un mundo rígidamente establecido, en el cual no caben la libre elección ni la autonomía". Es como si Carroll hubiese escrito estas dos fantasías para su amiga Alicia dándole a entender las distintas posibilidades que puede ofrecerle la vida según el medio en el que se establezca. aunque esto tal vez sea ir demasiado lejos. Cadavid nos da cuenta de la importancia de Carroll cuando afirma que "partió la historia de la literatura para niños en dos: después de Alicia, nadie acepta un libro acartonado, artificioso, meloso ni descaradamente didáctico". Jasia Reichardt, por su parte, nos descubre en otro de los textos que enriquecen esta edición el universo vital y artístico de Themerson, una figura que despierta el deseo de saber más sobre esta ilustradora que no sólo se limitó al que fue su principal cometido: también editó junto a su marido Stefan en la editorial de ambos, Gabberbochus Press. Le seguiremos la pista. Seguro.

LEWIS CARROLL

A través del espejo

Ilustraciones de Franciszka Themerson

Traducción de Andrés Ehrenhaus

MEDIA VACA, 240 PÁGINAS, 25 €

Compartir el artículo

stats