El Atlético Baleares ha tenido que salir al paso de las acusaciones que esta mañana se han vertido sobre él. El nombre de la entidad blanquiazul se encontraba entre el de los diez clubes de Segunda B que la Guardia Civil ha estado registrando a lo largo de esta mañana por una operación de posible fraude a la Seguridad Social y otros delitos vinculados con el uso de dinero no declarado.

Ante las noticias surgidas y su vinculación con dicha operación, el Atlético Baleares acaba de realizar un comunicado en el que asegura que “la Guardia Civil no se ha personado” en sus oficinas “para realizar ningún registro”. Aunque en un principio la Guardia Civil informó de que el registro afectaba también al Atlético Baleares, posteriormente reconoció que era un error y la operación no afectaba al club isleño.

Al parecer, los clubes en los que se ha entrado o entrará son el Cartagena, el Hércules, el Linense, el Calahorra, el Salamanca, el Mérida, el Extremadura, La Nucia y el Atlético Sanluqueño. Aunque en un principio la Guardia Civil había asegurado que el Atlético Baleares también estaba involucrado en esta operación, finalmente se ha desmentido dicha acusación y el propio club ha querido salir al paso para desmentirlo.

Desde hace siete temporadas, la entidad de la Vía de Cintura está dirigida por el empresario alemán Ingo Volckmann. El empresario, con inversiones en bienes mobiliarios, ha podido gastar cerca de 25 millones de euros en la entidad balearica. Solo en la reforma del estadio, el germano invirtió ocho millones de euros.