Estar en casa tumbado
resulta una actividad
llena de capacidad:
relajado y estirado.
Leer no es imprescindible
como tampoco pensar;
dormitar y descansar
es lo único admisible
Contenido exclusivo para suscriptores digitales
Estar en casa tumbado
resulta una actividad
llena de capacidad:
relajado y estirado.
Leer no es imprescindible
como tampoco pensar;
dormitar y descansar
es lo único admisible