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Tribuna: Las prisas y el tiempo perdido de la señora Espeja, por Catalina Soler

El pasado jueves, 18 de enero, el Grupo Popular en el Consell de Mallorca fue convocado a una Mesa de Residuos donde fuimos informados para por parte del Pacto de izquierdas de su decisión de construir un nuevo depósito de cenizas en las instalaciones de Son Reus porque el actual, vaya novedad, está saturado.

Después de asegurar, por activa y por pasiva desde el inicio de legislatura que no iban a construir un segundo depósito, la consellera de Medio Ambiente, Sandra Espeja, se ha dado de bruces con una doble realidad: la de una muy deficiente gestión de su área y, en consecuencia, la total falta de previsión ante un hecho, el final de la vida útil del actual vertedero, que conocían desde el año 2015 y frente al que hoy actúan con prisas.

La falta de previsión del Pacte hace que hablemos de una instalación necesaria para poder seguir gestionando los residuos de Mallorca y para no tener que salir en portada de todos los periódicos como ejemplo del caos si se hiciera realidad la advertencia de TIRME, conocida desde hace tiempo, de no poder seguir incinerando residuos ante la imposibilidad de poder depositar las cenizas resultantes del proceso.

¿Qué haríamos entonces con todas nuestras bolsas de basura? ¿Dónde las llevaríamos? Ese escenario ha estado a punto de producirse. Por fortuna, no ocurrirá ya que, finalmente, después de negar la mayor una y otra vez, el Pacto de izquierdas ha autorizado a TIRME a ampliar el depósito actual para atender las necesidades de los próximos cinco meses mientras se tramita la licencia para construir un depósito nuevo.

Un nuevo ejemplo de cómo el "No es no" de la izquierda acaba mutando en todo lo contrario. Otro baño de realidad para Sandra Espeja, de Podemos, quien se ha pasado casi tres años de legislatura mirando a otro lado, negando la evidencia mientras se estaba haciendo trampas al solitario en la búsqueda (en su caso, no búsqueda) de una solución al problema de las cenizas.

Espeja personifica aquello del "¿No quieres arroz? Pues taza y media" al ver como su inacción ha terminado, por un lado, ampliando un depósito al límite y, por otro, construyendo uno nuevo. Queda por conocer cuánto nos costará la broma y cómo se pagará. El quién, por desgracia, lo imaginamos.

La muy deficiente gestión de Sandra Espeja en Medio Ambiente me plantea las siguientes dudas:

1.- Si la señora. Espeja se hubiese puesto a trabajar desde el primer momento en lugar de negarse de entrada a construir un depósito nuevo, ¿sería necesario ampliar la capacidad del actual?

2.- Después de todo este tiempo desperdiciado, ¿la construcción de un nuevo depósito es la mejor de todas las opciones valoradas por la Sra. Espeja o es consecuencia de las prisas y la improvisación?

3.- ¿Quién asumirá económicamente el resultado de esta mala gestión?

4.- ¿Era consciente la Sra. Espeja de que el crecimiento en la producción de residuos en Mallorca registrado en los últimos años, que genera unas 500.000 Tn/año, aceleraba el fin de la vida útil del depósito actual, inicialmente prevista para 2025?

5.- ¿Caerá la Sra. Espeja, después de tres años sin hacer nada, en el recurso fácil de culpar al PP por esta situación achacándola a la importación de Combustibles Sólidos Recuperados cuando cualquier experto en gestión de residuos sabe que los CSR producen sólo un 1 % de cenizas comparado con el resto de residuos?

6.- ¿Negará la Sra. Espeja que los reiterados movimientos de personal en el departamento insular de Medio Ambiente ha afectado a su gestión y, por tanto, a la hora de afrontar los problemas con eficacia y eficiencia?

7.- ¿Es lógica la decisión de la Sra. Espeja de construir un nuevo depósito de cenizas para atender las necesidades de los próximos 12 años cuando, por otro lado, plantea cerrar dos de las cuatro líneas de incineración en Son Reus?

8.- ¿Qué ocurrirá dentro de 12 años, cuando la concesión aún no haya concluido y el actual Plan Director Sectorial de Residuos que, como se ha visto, ha quedado obsoleto, lleva seis años sin ser revisado? ¿No hubiera sido más acertado, en lugar de quedarse de brazos cruzados, impulsar y, en su caso, mejorar el Plan que el PP dejó en fase de aprobación inicial en lugar de tirarlo a la basura sólo porque lo había hecho el PP?

9.- ¿Qué políticas ha llevado a cabo el equipo de gobierno del Sr. Ensenyat y la Sra. Espeja para conseguir reducir la producción de residuos? ¿Creen realmente los ayuntamientos de Mallorca que el Consell les ha ayudado a desarrollar verdaderas políticas de reducción de residuos?

10.- Demasiado tiempo perdido, demasiado dinero público malgastado y demasiada demagogia a la hora de gestionar un departamento esencial para el bienestar de los mallorquines, para el futuro de Mallorca y para nuestra imagen en el exterior.

Catalina Soler Torres

Exconsellera de Medio Ambiente

del Consell de Mallorca

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