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Medio ambiente

"Con la nueva ley de residuos estamos diciendo cosas que son obvias: ponemos sobre normativa lo que hasta ahora era filosofía o frases de titular"

Entrevista a Sebastià Sansó i JaumeDirector General d'Educació Ambiental, Qualitat Ambiental i Residus del Govern de les Illes Balears

"Sabemos que la ley es arriesgada, pero jugamos en un terreno que tiene un encaje legal absolutamente claro".

-Pocas veces una ley de residuos, como la que está impulsando la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, había tenido tanta repercusión, ¿se lo esperaba?

-Nosotros esperábamos que tuviera una cierta repercusión porque es una ley valiente y apuesta por medidas legislativas que ayuden o que den un giro de 180 grados a la gestión de residuos en las islas, con un pilar importante que es la prevención de residuos. Lo que sucede es que como hace tanto tiempo que trabajamos en ella y decimos cosas que consideramos tan obvias, como prescindir de objetos de un solo uso de plástico y tan problemáticos, no sabíamos que fuéramos pioneros ya no solo en España sino en Europa. No solo los principales medios estatales nos están reclamando información y entrevistas, sino también medios internacionales como The Sun.

-Desde diferentes ámbitos y administraciones la han tildado de pionera. ¿Qué destacaría de la ley?

-Uno de los pilares básicos es que sea obligatorio el pago por generación. En Balears somos pioneros en este aspecto mediante diferentes sistemas: bolsa roja, pesado, inspección técnica de residuos, etc. De hecho Balears es, en porcentaje, la Comunidad Autónoma que más ejemplos tiene en esta materia. Pues todo eso tiene que mantenerse como única forma para que el buen ciudadano se vea recompensado por las buenas prácticas ambientales o castigado por las malas. También es imprescindible la recogida separada de la materia orgánica y la recogida de textiles reconociendo el papel de determinadas entidades sociales, adelantándonos a lo que establecerá Europa en 2025. La recogida separada de residuos tan problemáticos como el aceite de cocina también se incluye en la ley.

-¿En cuanto a reutilización?

-Apostamos por la reutilización. Que todos los municipios, con recursos propios o conveniado con otros, tengan un centro de preparación para la reutilización. Todo ello va acompañado de campañas de educación ambiental. Obligaremos a que las contratas de recogida de residuos destinen el 1 % del presupuesto a educación ambiental.

-Eliminación de bolsas de plástico ligeras o de un solo uso, vajillas, maquinillas de afeitar. ¿No cree que la ley será recurrida por parte de los fabricantes de estos productos?

-Sabemos que hasta cierto punto la ley es arriesgada, pero nosotros jugamos en un terreno que tiene un encaje legal absolutamente claro. Sabemos que estamos en un escenario de libre mercado y de una normativa europea de unidad de mercado que no nos podemos saltar, pero también estamos en un ámbito autonómico donde tenemos las competencias en medio ambiente y en su protección. Hemos intentado de la manera más hábil que hemos podido conjugar las dos cosas.

-Pero se prohíben determinados productos.

-No prohibimos estrictamente nada, sino que limitamos diciendo que según qué productos se tienen que fabricar de una determinada manera para reducir un impacto ambiental que actualmente es brutal. Baste decir que, según algunos estudios, el 60 % de los residuos que llegan a aguas residuales son bastoncillos para los oídos. O que solo el 18% de las cápsulas de café terminan reciclándose. Estamos diciendo cosas que son obvias, de ahí a que el apoyo social sea tan amplio. Ponemos sobre normativa lo que hasta ahora era filosofía o frases de titular. A nivel europeo, las vajillas de un solo uso ya están prohibidas en Francia en horizonte 2020. Si Francia lo ha aceptado, aquí tiene que poder encajar.

-¿Por qué ha sido la última Comunidad Autónoma en tener ley de residuos autonómica?

-Primero porque es un tema muy complejo. Segundo por falta de voluntad política. Es el tercer intento de ley. El primero lo llevó a cabo el primer Pacto de Progreso, con Nicolau Barceló como director general de Residuos. El segundo fue de David Abril, en la pasada legislatura. Propuesta que presentó como diputado y no se aprobó. A la tercera va la vencida, porque es uno de los puntos de los Acords pel Canvi. Mi intención es que tenga el máximo apoyo parlamentario.

-Entre otras cosas, la nueva ley establece la reducción de residuos de un 10% antes de 2020 respecto a los datos de 2010 ¿Cómo va a poder acometerse este hito?

-Se llevará implantando el pago por generación, reduciendo los residuos problemáticos y con otras herramientas económicas como que si hay municipios que no cumplen, no tengan acceso a subvenciones. Además, tenemos previsión de poner un canon sobre el resto o ‘rebuig’ para grabar económicamente esta fracción frente a las otras reciclables, fomentando así el reciclado. Si no llegamos a los objetivos en 2020 se prevé la puesta en marcha en 2021 de esta última medida.

-En el Plan director de residuos de 2006 del Consell de Mallorca se marcó como objetivo “la estabilización de la generación de residuos urbanos por habitante”. Un objetivo incumplido. ¿Teme que la ley balear de residuos ya nazca con unos hitos demasiado optimistas para poderse cumplir?

-Somos optimistas pero a la vez contundentes en sus posibles repercusiones. Mejor avanzarse e invertir que no pagar multas que van a fondo perdido. Solo con el hito de pago por generación se puede dar un giro espectacular en la gestión de residuos en las islas.

-En el campo de los residuos es difícil tener datos fiables de cuántos residuos se acaban reciclando. En la ley se indica que se seguirá el cálculo más reciente elaborado por la Comisión Europea ¿Por qué?

-La Comisión Europea está permanentemente revisando la forma de contabilizar los datos y estandarizarlos para todos los países de la Unión. Tener datos fiables es esencial. Nosotros hemos puesto en marcha este 2018 una informatización para que los gestores de residuos introduzcan los datos en una plataforma. En la ley, hemos incluido que todos los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) nos digan qué cantidad de envases ponen en el mercado en Balears y no estimaciones en base a datos Nielsen. Vamos a tener datos fiables, informatizados y absolutamente contrastados.

-¿No se fía de los datos que determinados organismos facilitan?

-Más que no nos fiamos, es que detectamos que entre datos de caracterizaciones a pie de vertedero o de instalaciones de Mallorca, Menorca y Eivissa y los datos que nos dicen, hay desviaciones. No quiero decir, sin haberlo estudiado en profundidad, el porqué se produce esta situación, no quiero hacer ningún tipo de afirmación de que no nos fiemos, pero está claro que alguna cosa falla y estamos estudiando la manera de resolver las dudas que esto nos crea.

-Un problema creciente es el abandono de residuos en campos y mar. ¿Qué herramientas tiene la ley para combatirlo?

-Tres puntos: la concienciación, la sanción y la fiscalidad ambiental. En este sentido hay muchas medidas que recogemos en la ley.

-¿Qué opina del sistema de depósito, devolución y retorno de envases?

-Sería un sistema complementario a los actuales SCRAP, como Ecomebes. Es un sistema que es muy complejo. Se demuestra efectivo para combatir el abandono de envases, pero a su vez su implementación necesita de un profundo estudio y acuerdo con todas las partes: desde consumidores, empresas y Administración. Es un sistema que no descartamos pero a su vez no ponemos fecha de su puesta en marcha en la ley. Impulsarlo ahora puede ser incluso contraproducente. Se debe seguir estudiando. Hemos encargado un estudio al Institut Cerdà de la implementación del sistema. Estamos analizándolo antes de hacerlo público en 2018. Tenemos interés en este sistema, pero no nos queremos precipitar porque sabemos que es un sistema muy complejo de implementar y tenemos otros retos a llevar a cabo antes que este.

-¿Ha recibido presiones para no impulsar este sistema en las islas?

-Hombre... Nos han hecho saber que es un sistema que no crea consenso en todos los sectores implicados en su puesta en marcha.

-Recientemente se ha aprobado la ampliación del depósito de cenizas con una vida estimada de 13,5 años. ¿Va el Consell de Mallorca y el Govern en la misma dirección en materia de residuos?

-Desde el Govern y el Consell hablamos constantemente. De cara a la ley hemos mantenido muchísimas reuniones para llegar a consensos. Esto no quiere decir que estemos de acuerdo al 100 % de los puntos, pero hemos intentado recoger todas las preocupaciones del Consell que se podían contener en la ley. El Consell de Mallorca es el responsable de la planificación de las instalaciones y se está encontrando que tiene que avanzar en ampliación de tratamiento finalista. Y la ley lo acompaña diciendo que en lugar de 12 años, debería de durar, me invento, 30 porque esto querrá decir que habremos dado un vuelco a la situación actual. Por tanto, es una muestra espacio-tiempo que se ha visto obligado a hacer, seguramente en contra de su voluntad, y como contrapunto tenemos la muestra de la ley, que lo que quiere hacer es no sean 12 sino 30 los años de vida de este vertedero

-La Unión Europea ha avisado varias veces a los Consells para revisar sus Planes Sectoriales de Residuos para no ser multados. ¿Ha recibido el Govern algún aviso desde instancias europeas?

-Sí. Es lo que se denomina una prueba piloto. Es un aviso que se hace de manera horizontal a todos los países de la Unión Europea, no es nada particular contra el Estado español ni contra las islas. En este sentido Europa lo tiene claro: los responsables en este tipo de planificaciones son los Consells. Desde el Govern hemos informado a los Consells de todos los pasos que se dan respecto a la Ley de Impacto Ambiental. En este aspecto estamos bastante tranquilos porque vemos que están haciendo los deberes, un poco tarde, pero los están haciendo. Como Govern hemos puesto técnicos a trabajar solo con esto y hemos aprobado la urgencia para que los trámites sean lo más rápido posibles.

-¿Qué retos tiene su departamento para lo que queda de legislatura?

-Con fondos del impuesto de turismo sostenible, invertir recursos en políticas de residuos en el sector turístico. En breve saldrá una campaña de retirada de residuos en zonas especialmente sensibles llevado a cabo con empresas del tercer sector que ya está adjudicado. Se llevará a cabo una campaña de dos años en espacios de Red Natura 2000 con informadores sobre buen uso de estos lugares desde el punto de vista de biodiversidad y de residuos. Y la campaña realizada con Ecoembes sobre ‘Els fems no tornen sols a casa’. Además tenemos 700.000 euros para destinarlos a prevención para la reutilización de electrodomésticos y de voluminosos procedentes de hoteles y reciclaje de materia orgánica en instalaciones hoteleras. Sacaremos también una convocatoria de más de un millón de euros para ayudar a los ayuntamientos afacilitar el reciclaje mediante, entre otras,’ deixallerias móviles’.

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