Un plato invernal, que aprovecha los productos de proximidad y del tiempo, junto con ingredientes residuales de la matanza. Contó esta receta un buen amigo y cocinero admirado, Siòn Mascaró Gelabert (Manacor, 1932-2008). La había aprendido en la zona de Muro, de madò Poletina. Siòn decía: "Más que una olla comuna es un guiso poco común." Se realiza sin sofrito.
Ingredientes: Huesos y oreja de cerdo, acelgas, espinacas, col, calabaza, patatas, cebolla, tomate, aceite, sal, pimentón y legumbres, especialmente garbanzos.
Preparación:
-Desalaremos los huesos del corc y la oreja de cerdo.
-Los coceremos hasta que la carne esté tierna.
-Sin cambiar el agua, iremos agregando las verduras, empezando por la col; pero jamás utilizando el cogollo central, sino las hojas verdes exteriores, limpias y sin troncos.
-Añadiremos la calabaza cortada en dados, las patatas cortadas a cantonets, la cebolla picada y el tomate pelado y picado.
-Al cabo de un rato, salaremos (sin olvidar que la carne proviene de la salazón) y agregaremos una cucharadita de pimentón dulce.
-Dejaremos que cueza hasta que todos los ingredientes estén más o menos hechos; entonces añadiremos las legumbres hervidas previamente; las más habituales, los garbanzos.
-Cuando todo esté en su punto, agregaremos un chorro generoso de aceite crudo. Y habiendo extraído previamente la oreja de cerdo bien cocida, la trincharemos con un cuchillo y dejaremos los trocitos en la parte superior del potaje.