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Medio ambiente

25 años de aniversario (II)

La ampliación del Parque Nacional de Cabrera está más cerca que nunca - Muchos son los motivos que la avalan

El 1 de julio de 2009, el Govern asumió la gestión del parque nacional.

Bajo el manto azul se esconde un tesoro oculto a la mayoría. Una riqueza biológica, protegida desde hace 25 años bajo la figura de parque nacional, que investigadores no se cansan de redundar en su excepcionalidad. "Gracias a todos estos años de protección de Cabrera, hoy disfrutamos de una verdadera joya natural donde encontrar, en perfecto estado de conservación, especies y hábitats típicos del Mediterráneo de gran importancia ecológica", explica Ricardo Aguilar, director de investigación de Oceana en Europa. El Parque Nacional de Cabrera se creó el 29 de abril de 1991 tras una fuerte movilización ciudadana y de ONG, cuando no existía tecnología para estudiar las zonas más profundas. Actualmente tiene una superficie protegida de 10.021 hectáreas, de las cuales 8.703 corresponden al medio marino y el resto al terrestre.

El proyecto de ampliación iniciado por Oceana propone multiplicar por diez su extensión para incorporar áreas de profundidad estudiadas en los últimos años y que son de gran interés ecológico. "La ampliación del Parque, que vemos por fin iniciada tras tantos años de trabajo, representará un gran aumento de la riqueza que genera, al incluir importantes sistemas naturales amenazados que necesitan de protección urgente. Esta es la mejor celebración de aniversario que puede hacerse", añade Aguilar. Las razones que esgrimen, avaladas por sus investigaciones, son las siguientes.

Protección de la biodiversidad marina balear

Las aguas que rodean el Parque Nacional de Cabrera albergan numerosos hábitats y especies protegidos por la normativa nacional e internacional. Junto a ellos, encontramos una larga lista de hábitats y especies recomendados para su protección por organismos internacionales para la conservación de la naturaleza, como UICN y el Centro de Actividad Regional de Naciones Unidas para el Mediterráneo. "Con esta propuesta de ampliación del parque nacional se pretende la protección de hábitats esenciales y sensibles, relevantes para la recuperación y mantenimiento de los stocks pesqueros deteriorados por técnicas agresivas de pesca como el arrastre de fondo", explican fuentes de Oceana. Es por ello que la ampliación del Parque Nacional de Cabrera permitirá la protección de hábitats y especies de profundidad, hasta ahora poco o nada representados en las diferentes redes de espacios marinos protegidos.

"Los stocks de un buen número de especies comerciales cuya gestión es prioritaria para la Comisión General de Pesca del Mediterráneo también se verán beneficiados, pues en la zona a proteger se encuentran hábitats esenciales para estas especies, como zonas de puesta y refugios para juveniles", añaden desde la organización.

Además, con la ampliación de la protección del parque nacional se verían beneficiados cetáceos, tortugas marinas, mantas diablo, túnidos, como atún rojo y albacora, y peces espada, junto a hábitats de interés como frondosos bosques de laminarias, relevantes formaciones de algas calcáreas, agregaciones de esponjas y gorgonias de profundidad o zonas de puesta de moluscos y peces. Estos hábitats y especies precisan medidas de protección y gestión adecuadas que aseguren su conservación y, en ciertos casos, también su recuperación.

Cumplimiento de normativa nacional e internacional

La ampliación del Parque Nacional de Cabrera sería determinante para la aplicación y cumplimiento de variada normativa nacional e internacional para la conservación de la naturaleza y los recursos pesqueros, en cuyos anexos se contemplan muchos de los hábitats y especies presentes en la zona propuesta.

Es por ello que la zona ampliada podría ser incluida en la Red Natura 2000, dado que en la zona propuesta encontramos el hábitat tipo 1170 Arrecifes de la directiva. Con ello, se daría seguimiento a las últimas recomendaciones surgidas de la evaluación del estado de la Red Natura 2000 en España, donde se señala la carencia en la representación de ciertos hábitats de la directiva en la red española. Además, se protegerían zonas profundas y alejadas de la costa, aspecto igualmente señalado en las mencionadas recomendaciones.

Con su ampliación, además, se daría cumplimiento al Convenio de Barcelona para la protección del medio ambiente marino y la región costera del mar Mediterráneo. Este documento establece la necesidad de crear áreas protegidas para la conservación de especies y hábitats de importancia para la conservación del Mediterráneo, como las especies Laminaria rodriguezii, endémica del Mediterráneo, y Lithophyllum lichenoides o diversos hábitats listados para su protección, como las facies de Ophiotrix quinquemaculata o los acúmulos de hojas de Posidonia oceánica entre otros muchos. "De un total de 127 especies listadas, al menos 47 están presentes en los alrededores de Cabrera", aseguran desde Ocena.

Con la ampliación de la protección de Cabrera, se daría cumplimiento, además a otro Reglamento, el 1967/2006 relativo a las medidas de gestión para la explotación sostenible de los recursos pesqueros en el mar Mediterráneo. Este reglamento destaca la importancia de la conservación de los recursos pesqueros mediterráneos y considera hábitats protegidos el coralígeno, los fondos de rodolitos (también llamados maërl) y las praderas de fanerógamas marinas. En la zona propuesta para la ampliación de Cabrera están presentes toscas formaciones de coralígeno, así como fondos de rodolitos, para los que la pesca con artes de arrastre de fondo suponen una amenaza.

A ello se le suma la nueva ley de Parques Nacionales del pasado año 2014 se hizo una. La estrenada ley lista 13 sistemas naturales marinos a representar en la red de parques nacionales. De todos ellos, 10 se encuentran presentes en la zona propuesta para su inclusión en el Parque Nacional de Cabrera. Entre otros, los fondos de maërl, comunidades coralígenas, comunidades singulares de grandes filtradores como esponjas, bajos rocosos y veriles y escarpes de pendiente pronunciada.

Áreas marinas protegidas

La ampliación del Parque Nacional de Cabrera permitirá a su vez la ampliación de la Zona Especial de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM) existente ya para el parque nacional. Destacan hábitats de importancia en la zona como el Fort d´en Moreu, imponente arrecife coralígeno situado al este de Cabrera, asociados al cual se han desarrollado jardines de gorgonia roja mediterránea (Paramuricea clavata) y bosques de laminaria mediterránea (Laminaria rodriguezii), hábitats listados por el Convenio de Barcelona para su protección. Además, se estaría protegiendo una de las zonas de puesta y reclutamiento de especies pesqueras de máximo interés comercial de las pesquerías mediterráneas, como son el atún rojo y el pez espada, entre otras.

A nivel comunitario, la ampliación de Cabrera, sumada a la reciente creación de tres zonas cerradas al arrastre, reforzaría el papel de España como el primer Estado miembro en aplicar las medidas sobre hábitats protegidos establecidas en el Artículo 4 del Reglamento del Mediterráneo. Además, y por primera vez, un escarpe profundo formaría parte de un parque nacional en aguas europeas, ya que ninguno de los escarpes presentes en estas aguas ha sido protegido aún bajo esta figura, así como son pocas las excepciones de escarpes (como es el escarpe de Mazarrón) bajo cualquier otra figura de protección.

A nivel mundial, la protección de los alrededores de Cabrera supondría una de las escasas áreas marinas protegidas del planeta que por el momento existen en áreas de alta mar y grandes profundidades, así como destacar notablemente la relevancia global de la protección de una población genéticamente diferenciada de cachalote que se alimenta y cría en esta zona y la relevancia de la protección de una de las dos zonas de puesta de atún rojo más significativas del planeta, junto al Golfo de México.

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