Los vinos blancos están alcanzando a nivel planetario un auge importante. Un fenómeno que también se produce en Mallorca, en donde el turismo, con preponderancia de alemanes y británicos, lleva la iniciativa, y donde estos vinos ya son tan numerosos como interesantes. Últimamente han aparecido blancos en donde se combinan variedades blancas y tintas. En ese desafío, según algunos ortodoxos, de encuentra la bodega Anima Negra, situada en el municipio de Felanix, de explotación lechera a bodega, que acaba de comercializar su blanco Quíbia 2015. En su elaboración entraron las variedades tintas como las autóctonas Callet, dominando y la Giró Negre, junto a las blancas Prensal, también de la islam y la gala Muscat. La fermentación de las uvas se hizo sobre sus lías durante cuatro meses. Ofrece un tono blanco algo pajizo pero que reluce. Hay presencia de cítricos, hierbas y flores en nariz. En boca muestra buena acidez y notas marinas.
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La cata