Hace veinte años, la variedad autóctona Callet era considerada en la isla como una uva de segundo orden, debido a una serie de posibles defectos, como su corta acidez, si bien su producción era alta. Actualmente, con paciencia y tesón, una serie de viticultores, especialmente de la zona de Felanitx, han conseguido, aplicando nuevos métodos, en especial rebajando los racimos, un vino de calidad con alta personalidad, más graduación y coloración. Convirtiéndose en un objeto de deseo para muchos. La Callet, en el caso del tinto Mossen Alcover 2012, elaborado por la bodega Pere Seda, se combina con la francesa Cabernet Sauvignon. Tras su vinificación maduró un año, tanto en barricas de roble francés como de EE UU. Manda un tono rojo profundo. Emite aromas a frutas rojas otoñales con toques de hierbas aromáticas. Su paso por el paladar es sabroso, con toque goloso y buen final.
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La cata