Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Centro Oceanográfico

106 años estudiando el mar y sus recursos

El Centro Oceanográfico de Balears, dependiente del Instituto Español de Oceanografía, desde su base en Porto Pí, ausculta el Mediterráneo desde hace más de un siglo

UN edificio singular El Centro Oceanográfico de Balears está instalado en un singular edificio, junto a al muelle de Poniente, inaugurado por Juan Carlos de Borbón cuando era príncipe de España, en 1973, do España, tres años antes de ser proclamado rey. centro oceanográfico de balears- iEO

El Centro Oceanográfico de Porto Pí guarda en sus vitrinas el microscopio con el que Ramón y Cajal estudió en 1910, durante su estancia en Palma, el sistema nervioso del pez "torpedo". Enric Massutí, actual director del centro, explica que su función primordial es la de estudiar el mar y sus recursos, precisando que en Balears tienen tres concretos campos de trabajo: la oceanografía del Mediterráneo occidental, corrientes marinas y cómo el cambio climático está afectando a la cuenca mediterránea. Son varios los equipos de investigación que trabajan para el centro, destacando los relacionados con la oceanografía y el cambio climático; ecología larvaria, fundamentada en las áreas de puesta del atún rojo, que son las más importantes del Mediterráneo y Atlántico, y la ecología del litoral y reservas marinas, puesto que las Balears poseen el mayor número de zonas protegidas, incluyendo el parque nacional marítimo-terrestre de Cabrera. "Gran parte de nuestra investigación -resalta Massutí- persigue aportar conocimientos a los gestores del medio marino".

Las líneas de investigación desarrolladas en el Centro Oceanográfico vienen marcadas por los programas de I+D+i que desa-rrollan las Administraciones públicas. Por ello, en el centro se estudian los procesos oecanográficos que tienen lugar en el Mediterráneo occidental; la ecología y la dinámica poblacional de especies sometidas a explotación y el desarrollo y la transferencia de medidas técnicas para la protección del medio ambiente marino y la conservación de la biodiversidad.

Atún rojo

El director del centro, al indagar acerca de la situación en la que se halla el atún rojo, sometido a una sobreexplotación que ha amenazado gravemente su supervivencia en el Mediterráneo, precisa que las últimas evaluaciones han dado "resultados positivos". Massutí dice que en los tres o cuatro últimos años las medidas de protección han sido fundamentales para que se esté observando una recuperación de la especie, aunque matiza que hay que seguir trabajando, "porque, en general, los recursos pesqueros del Mediterráneo están sobreexplotados".

En cuanto a si los recursos financieros de los que dispone el centro son suficientes, señala que "no han sido años muy boyantes para nadie, pero nos hemos conseguido mantener bastante aceptablemente, con una financiación con la que hemos podido seguir trabajando al haber captado fondos europeos, estatales y de la Comunidad Autónoma balear". El presupuesto anual para actividades de investigación asciende a dos millones de euros. "El centro -resalta Massuti- trabaja para dar respuesta a los principales retos que tiene planteados la oceanografía del siglo XXI: el cambio global, la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de los ecosistemas marinos y sus recursos vivos, la modelización y la predicción oceánica y la protección de hábitats y especies". "Los conocimientos generados -prosigue- posibilitan ofrecer una amplia gama de servicios y productos a diferentes sectores económicos, tanto administraciones públicas como organizaciones no gubernamentales y empresas privadas, involucradas en el uso y gestión del medio ambiente marino y en la explotación de sus recursos vivos".

El antecesor del centro fue el denominado Laboratorio Biológico Marino de Porto Pí, fundado en 1908 por el catedrático de la Universidad de Barcelona Odón de Buen, quien murió exilado en México en 1945 a causa de la Guerra Civil española. En 1914 se creó el Instituto Español de Oceanografía. Odon de Buen contó con la colaboración de Alejandro Rosselló, quien obtuvo parte de los fondos imprescindibles para poner en marcha el laboratorio. Dos años después de su creación recaló en él Santiago Ramón y Cajal. El centro de Porto Pí es uno de los nueve centros costeros que el Instituto Nacional de Oceanografía tiene distribuidos por España: Gijón, Coruña, Vigo, Santander, Cádiz, Santa Cruz de Tenerife, Málaga, Murcia y el de Palma. En Porto Pí, la plantilla está compuesta por setenta personas de las que treinta son biólogos marinos investigadores.

Como principal equipamiento científico -técnico dispone de equipos para la toma de datos y muestra de agua (batisondas con botellas hidrográficas) y la recogida de muestras y organismos a lo largo de la denominada columna de agua, así como modernos instrumentos para la observación submarina directa. El estudio detallado de las muestras se realiza en los laboratorios de análisis químicos, acústica, disección y estudio de muestras biológicas, microscopia y análisis de imagen.

Enric Massutí manifiesta que desde los inicios de la década de los noventa del pasado siglo, el Centro Oceanográfico se ha adaptado progresivamente, tanto en medios materiales como humanos, a la filosofía marcada por los planes de I+D, tanto los estatales como los implimentados por la Comunidad Autónoma. Las líneas de investigación marinas han ido guiando las actividades desarrolladas en el centro favoreciendo una aproximación multidisciplinar al conocimiento del medio marino en general, y facilitando, además, la labor asesora del Instituto Español de Oceanografía en el Mediterráneo occidental, en especial en las aguas de Balears. Esta especialización ha originado el desarrollo de una serie de metodologías y la cooperación con otras instituciones dedicadas a la investigación marina tanto nacionales como extranjeras.

Massutí resalta que la orientación del centro hacia una investigación competitiva no ha supuesto una relajación en sus funciones de "transferencia de conocimientos" para el asesoramiento a las administraciones responsables de la gestión del medio marino y sus recursos. Más bien al contrario: los resultados de los proyectos de investigación han posibilitado mejorar sustancialmente los informes centífico-técnicos. Incluso, en algunos casos, los citados proyectos de investigación competitiva han aprovechado la información generada por los programas orientados al seguimiento y gestión medioambiental y pesquera.

mediterráneo occidental

La investigación, reitera Massuti, se dirige principalmente al estudio de los procesos que tienen lugar en el Mediterráneo occidental, especialmente en el mar que rodea a Balears, con asunción prioritaria a las alteraciones originadas por el cambio climático; también se presta atención a la ecología y dinámica poblacional de las especies sometidas a explotación, así como el estudio de los factores bióticos y abióticos que influyen sobre estas especies y sus ecosistemas y el desarrollo y la transferencia de medidas técnicas para la protección del medio ambiente marino, la conservación de su biodiversidad y la explotación sostenible de los recursos.

De lo que se trata, especifica Massutí, es de tener "monotorizados" los ecosistemas marinos, saber en todo momento en qué situación se encuentran, cuál es su estado de salud y cómo hay que abordar la explotación de los recursos pesqueros, en algunos casos seriamente amenazados por una sobreexplotación ajena a cualquier lógica conservacionista.

En cuanto al Instituto Español de Oceanografía, tiene su sede central en Madrid y dispone de una importante infraestructura científica repartida por toda la costa española, entre la que sobresale el Centro Oceanográfico de Balears. El instituto tiene a su disposición una flota de seis buques oceanográficos, además de otras embarcaciones menores, dotados con modernos sistemas electrónicos de navegación y situación, así como de los medios necesarios para proceder a la recogida de muestras, tanto de agua como de sedimentos para proceder a la realización de estudios de flora, fauna y geología marina.

Mediante un convenio de colaboración con el Govern, suscrito en 2009, el Instituto Nacional de Oceanografía asumió la dirección científica de la Estación de Investigación de la Mola, en Menorca. Esta estación, dotada de un equipamiento básico para desa-rrollar trabajos de investigación costera, contribuye a descentralizar la investigación en un territorio, como es el balear, fragmentado garantizando una investigación sostenida en el tiempo y aportando con0cimientos científicos para la gestión del medio marino de Menorca. Una isla, se destaca en el centro, con una excelente calidad ambiental de su territorio, superior al de muchas zonas costeras del Mediterráneo e incluso de Balears, lo que ha llevado a que la UNESCO la haya declarado Reserva de la Biosfera.

Uno de los aspectos en los que se pone mayor énfasis en el Instituto Español de Oceanografía y, por extensión, en el Centro de Oceanografía de Balears, es en el referido al denominado Código de Conducta para la Pesca Responsable, que identifica a la investigación pesquera como la base científica sólida para la gestión sostenible de los recursos pesqueros, estableciendo deberes y derechos de los estados sobre esta materia. Los parámetros son los siguientes: seguimiento de la actividad pesquera, que permite determinar los indicadores generales de las pesquerías; estudio de la biología y ecología de las especies marinas, cuyo conocimiento es fundamental pare mejorar la precisión de las evaluaciones de las poblaciones y conocer la dinámica de los ecosistemas en los que se desarrollan las pesquerías y, finalmente, asesoramiento para poder llevar a cabo una gestión adecuada al nivel de explotación que pueden soportar las pesquerías.

pequeño museo

En las instalaciones del Centro de Porto Pí se ha habilitado un pequeño museo en el que, además del microscopio utilizado por el premio Nobel de Medicina, Santiago Ramón y Cajal, se pueden contemplar diferentes instrumentos relacionados con el estudio del mar propios de los primeros años del siglo XX, así como numerosas láminas de peces dibujadas por los biólogos que acompañaban al príncipe Alberto de Mónaco en sus expediciones científicas. El centro también posee un libro de firmas en el que hay algunas llamativas curiosidades. Sobresale la página en las que están estampadas las firmas del alcalde republicano de Palma, Emilio Darder, junto a la de quien, en los primeros años de la Segunda República, ocupó el cargo de comandante militar de las Islas, el general Franco. Darder fue fusilado el 24 de febrero de 1937, en el segundo año de la Guerra Civil, por los militares sublevados. Franco se negó a conceder el indulto. Otra de las firmas que pueden verse en el libro es la del príncipe Alberto de Mónaco, así como la de Alejandro Rosselló. También se posee la rúbrica de Ramón y Cajal junto a las de muchos otros científicos de la época y de los políticos del momento.

Enric Massutí destaca que el libro de firmas constituye una de las piezas del museo de mayor valor histórico destacando el hecho de que las de Darder y Franco compartan una misma página.

En el edificio, además de los elementos que componen el pequeño museo, se guarda el casco de un barco. Se trata de un edificio, catalogado por el Ayuntamiento de Palma, dada su singularidad, adecuado a las funciones para las que fue concebido. Su director señala que en él se trabaja a gusto añadiendo que su entorno, junto a muelle dePoniente, constituye el lugar más idóneo para desarrollar las actividades propias del centro de referencia de la biología marina mallorquina. La difusión, divulgación y comunicación de las actividades que se llevan a cabo en el Centro Oceanográfico han tenido también una especial relevancia, resalta Massutí, quien informa de que las visitas de estudiantes, con una media de 300 al año, constituyen una importante vía para dar a conocer las principales actividades del centro.

Compartir el artículo

stats