Artista y activista a partes iguales, Cristina del Valle participó ayer en la jornada inaugural de la Mostra de Cinema i Drets Humans de les Dones, justo un año después de que alzara la voz en el Palma Arena por las mujeres del mundo.

"Yo sentí la violencia en mi hogar, y estuve educada por una mujer valiente que no fue víctima sino superviviente. Ella me decía siempre que era responsabilidad de todos cambiar el mundo y hacerlo diferente", recordó con DIARIO de MALLORCA poco antes de su intervención en la Cámara de Comercio, en una mesa de debate junto a Francisca Mas Busquets, abogada y miembro del Lobby de Dones, y María Luisa Morillas, de la ejecutiva de la Asociación de Mujeres en Pro de la Igualdad, organizadora de la cita.

La que fuera pareja artística y sentimental de Alberto Comesaña, y que hoy da a conocer un álbum, Tiempos rotos, en el que se propone convertir la música en promotora del cambio, habló de la labor de la plataforma que preside, Mujeres Artistas contra la Violencia de Género, y de su experiencia tanto dentro de España, donde lucharon por una ley integral contra la violencia de género, como fuera, donde se ha abierto una "vía importante de esperanza" con la sentencia que condena a México por crímenes contra varias mujeres.

"La complicidad social y la intervención del machismo son las amistades peligrosas de la violencia de género", explicó quien fue también nombrada embajadora de la campaña Objetivos del Milenio de la ONU. "Son el juez que lo minimiza porque comparte el pensamiento del maltratador, y el médico o el psiquiatra a los que es más fácil dar un antidepresivo que buscar qué hay detrás", abundó.

"Cada año, se suicidan más de 500 mujeres con cuadro de violencia detrás", añadió la cantante, que receta "educación y seguridad para las mujeres" como solución. "La gente es sensible a la violencia de género, pero de la sensibilidad a la concienciación hay un trabajo muy profundo, y eso es lo que falta", señaló. En este sentido, llamó la atención sobre la necesidad de que la prensa no dé la espalda al problema. "Nos movemos en la polarización y no en los matices. Los medios no reflejan el trabajo de las mujeres en lugares como Israel o Palestina, que tienen propuestas firmes por la paz", lamentó.

Con todo, se mostró esperanzada con el futuro de las mujeres en España, país que "juega un papel como referente internacional, no sólo en Latinoamérica sino también en Europa", aseguró.

Durante la jornada de ayer estaban previstas también la proyección de Cara y cruz de mujer, un documental del programa En Portada, de TVE, realizado por Yolanda Sobero, así como del cortometraje ¡Ya no más!, de Félix Zurita, así como varias entrevistas y debates sobre cuestiones como la diferencia entre discursos oficiales y realidad.