El violonchelista Damià Martínez, uno de los más destacados del panorama español actual, y la pianista Marta Moll de Alba, una brillante representante de su generación, reivindicaron ayer la música del compositor Gaspar Cassadó (Barcelona, 1897; Madrid, 1966), de quien toma el nombre este dúo que congregó a numeroso y entregado público en el antiguo convento de Santa Margalida.

El concierto del Dúo Cassadó, de entrada gratuita, previa recogida de invitaciones, y enmarcado en el ciclo de recitales Corpus a Palma, sirvió para que muchos de los presentes descubrieran el legado de Cassadó, músico catalán que tuvo gran interés por la música contemporánea, formó dúo con la pianista Alicia de Larrocha a finales de los 50, tocó con grandes del siglo XX como Rostropovich o Menuhin y realizó muchas transcripciones para violonchelo y piano.

Martínez y Moll de Alba, discípula precisamente de Alicia de Larrocha, brindaron ayer a los oyentes dos piezas de Cassadó: Sonata nello stile antico spagnolo, quizá su obra más reconocida, y Sonata en la menor, ambas compuestas en uno de sus años más prolíficos, 1925.

El dúo, que desde su nacimiento hace ahora nueve años ha actuado en los principales auditorios de España así como en diversos países europeos y sudamericanos, también ejecutó con maestría la Sonata op. 69 de Beethoven y el Gran Tango, de Astor Piazzolla.

El ciclo Corpus a Palma ofrecerá hoy una nueva entrega, en esta ocasión servida por la Camerata Sa Nostra, a partir de las 21.00 horas, en el Claustre de Monti-sion.