Vacabou está de vuelta, con su pop intimista e intrigante, las programaciones de Joan Feliu y la hipnótica voz de Pascale Saravelli. La pareja llevaba cuatro años sin editar nuevas canciones, un silencio que ahora rompen con once temas propios y una versión de Leonard Cohen reunidos en un álbum, publicado por el sello Primeros Pasitos, con el que esperan repetir la buena acogida que logró su cedé de debut.

"No esperábamos aquella respuesta. Que te escriba un seguidor de Tucson, Sao Paulo o Japón te deja sorprendido", afirma Pascal Saravelli, una antigua estudiante de cine que "nunca" tuvo planes de cantar en un grupo y que ahora ve como tiene seguidores en lugares de los que había oído hablar muy poco.

"Esperemos que este segundo trabajo no defraude y esté a la altura del primero", añadió. Esfuerzo para ello han derrochado. Tres años de trabajo, grabando y borrando en el estudio que poseen en su propia casa, probando e incluso haciendo "encuestas" entre gente cercana al grupo para conocer impresiones. "Llegamos a hacer hasta sesenta versiones de cada canción", asegura Feliu.

Distribución internacional

Este segundo disco, que al igual que el primero tendrá distribución internacional, "es menos intenso, más denso" que aquel, y también "más difícil a la primera escucha", reconoce el músico.

El estilo no ha cambiado, entre la electrónica paisajista y el pop acústico. "Joan es muy visual a la hora de inspirarse para componer", aclara Pascale, que no es la única que pone voz a las canciones, aunque suyo es el papel protagonista en ese terreno. Feliu se estrena en lo vocal, donde también aporta su granito de arena el teclista Pere Gelabert. El grupo se completa con el bajista Oleg Zahiney.

El cuarteto ya tiene fecha para presentarse en directo. El 9 de noviembre en el Teatre Principal. "Hace dos años que no tocamos en Palma, con lo cual este concierto nos hace mucha ilusión. Es como un súper regalo", comentan con una sonrisa.

Vacabou, que ya tiene "tres o cuatro" canciones preparadas para un tercer álbum, es un grupo de fondo, poco amigo del desgaste que origina tres actuaciones seguidas en una ciudad como Palma. "Siempre hemos querido tocar muy poco en Palma porque pensamos que si te ven mucho se pierde la magia".

El cariño que les demuestran sus fans, la participación en festivales de primera como Benicàssim o los elogios de la crítica, como el que les dedicó Eduardo Jordà, colaborador de DIARIO de MALLORCA, "nos encantó su escrito", son algunos de los capítulos de la historia de Vacabou.