Con aires de himno melancólico. Así empieza La extranjera sensación, el nuevo trabajo de Casa Rusa, grupo de pop-rock amable de melodías inmediatas que ha logrado una colección de canciones íntimas e introspectivas, cercanas al corazón, con las que espera repetir el éxito del que fuera su álbum de debut, La respuesta es sí.

Un disco, aquel primero, que les puso a las puertas de la primera división del pop-rock español y les permitió actuar de teloneros de grupos tan importantes como El Canto del Loco, algo que hicieron en el mismísimo Palau Sant Jordi, lleno hasta la bandera.

Herederos del sonido de sus paisanos La Granja, Casa Rusa ha apostado por canciones con sabor a clásicos y esa frescura que les caracteriza y que se reflejada en cortes como Mi espera, Nuestras buenas intenciones, Se me hizo tarde o Tan atrás.

Una vez más, las canciones vienen firmadas por Damián Tejedor (voz, guitarras, sintetizadores, percusiones y programaciones), su hermano Carlos Tejedor (bajo, fretless, coros, guitarras, melódica, glockenspiel, percusiones y sintetizadores) y David Vanhoutte (batería, percusiones y programaciones). Los tres son mallorquines y han decidido esta vez grabar en La Caja del Ruido, el estudio que poco a poco han construido en su casa de Lloret de Vistalegre.

En el álbum, editado por Mass Records, también participan varios de los músicos que les acompañan en los directos junto a invitados como el ´troglodita´ Ricard Puigdomènech. La producción ha corrido a cargo de Julio Cascán, componente de sus admirados y ya disueltos Elefantes, y el célebre Joe Dworniak lo ha mezclado en el Reino Unido.