A Tadashi Kawamata no le gusta ser protagonista. Sobre todo, le importa la gente: indicarles nuevos caminos. Busca tanto su implicación en el diseño de sus proyectos como despertar su imaginación. "Me gusta que mi trabajo haga que las personas piensen sobre su vida, sobre su ciudad, sobre las relaciones con su entorno. Yo sólo sugiero, pero son ellos los que deben hacer el camino".

En parte arquitecto, en parte escultor, y una pizca pintor, Kawamata, que afirma trabajar en el campo de la "arquitectura imaginaria", presentó ayer su primera exposición en la isla, Mallorca Plan, una colección de maquetas sobre lo que podría ser uno de sus proyectos artísticos en Balears.

En este caso, cómo dar nueva vida a un espacio hipotéticamente abandonado: una plaza de toros. "Durante mis estancias en la isla, he ido a los toros en Inca y en Palma. Oí que en algunos lugares de España se habla de no permitir las corridas. Mallorca Plan plantea cómo traer nueva vida al espacio de una plaza de toros abandonada, investigar nuevas funciones para este espacio". La alternativa sería una segunda piel de madera que haría destacar mucho el conjunto, sobre todo el espacio de las gradas, donde se sienta la gente. Esta idea ya la ha expresado en otros de sus trabajos, como en Roosvelt Island, en Nueva York, donde cubrió con listones de madera el espacio abandonado de un hospital, en un fondo de rascacielos, una metáfora sobre la ciudad moderna y sobre la vida.

No es el primer proyecto que tiene Tadashi Kamawata para Mallorca. "La isla me inspira muchas ideas. Me gusta también Palma. Es muy diferente de otras ciudades que he visitado. Ofrece una combinación de arquitectura e historia que me encanta, y encuentro la ciudad más limpia que París o Londres". En 2001 planteó un proyecto artístico en el Parque Natural de Mondragó que no llegó a prosperar: "Lamenté lo que ocurrió. Hubo oposición ecologista, aunque mi intención no era la de provocar un impacto sobre el terreno ni interferir en él. Quería hacer una instalación integrada en el entorno, pero no pudo ser".

El artista, nacido en Hokkaido en 1953, presentó su primera exposición en 1977. Desde entonces, ha participando en numerosos eventos de importancia en todo el mundo. Entre ellos, la Bienal de Venecia de 1982, los actos de conmemoración del 50 aniversario de Naciones Unidas en Ginebra (1995), la Bienale de Shanghai (2002), la de Sao Paulo (1987) y la de Valencia (2003), donde desarrolló un trabajo de recuperación de un antiguo astillero. En la actualidad, es profesor universitario en una universidad de Tokio.

Recuerdo marinero

Hablando con viejos pescadores valencianos y adquiriendo barcas viejas (el artista utiliza mucho material reciclado), desarrolló un pequeño homenaje a la actividad pesquera: "una especie de monumento", señala, recordando a los visitantes cuáles habían sido los usos de esa instalación.

En Barcelona, diseñó en 1996 para el Museu d'Art Contemporani (MACBA) un puente con el que pretendía comunicar los dos espacios: "Mostrar a quién visitaba el museo el espacio donde está integrado, los viejos edificios del Casco Antiguo" que el proceso de rehabilitación ha hecho desaparecer en infinidad de ocasiones, modificando la faz del barrio. Comunicar pasado y presente, integrar, es un sentimiento muy presente en la obra del artista, que privilegia el sentimiento de comunidad frente al de individualidad.

Sus construcciones siempre tienen un significado, que hay que saber descubrir. Aunque a veces sea más obvio, como en el proyecto que desarrolló en el norte de Holanda para una clínica de rehabilitación de drogadictos, apartada de la ciudad. La pasarela de madera que construían los propios internos era su propia vía para devolverlos a la ciudad, su camino para reintegrarse en la sociedad. En Houston desarrolló un pequeño barrio de favelas n 1991 junto a un panorama de enormes rascacielos. El deseo, hacer notar a la gente cómo la sociedad construye y reconstruye en los mismos espacios, una metáfora sobre el tiempo: centenares de años antes, la construcción en el lugar habría sido más similar a la sencillez de una favela que a la sofisticada construcción actual.

Arquitectura agitada

En la obra de Kawamata, explica Piedad Solans, "la arquitectura es revolucionada, agitada, proyectada al cambio por una fuerza motriz", se apunta hacia "unas formas primigenias de hacer arquitectura, en que la construcción no sólo es refugio sino que contiene poderosas energías cósmicas y telúricas, a las que canaliza, distribuye y conecta con el cuerpo humano".

El artista no valora ninguno de sus proyectos por encima de los demás. "Disfruto del momento y de las ideas que sugiere cada proyecto".

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MALLORCA PLAN

Galería Gianni Giacobbi. C/Can Ribera, nº4. Palma.

Las visitas se deben concertar previamente.

Tel: 971-720002