La discusión sobre la legalización del matrimonio homosexual y las declaraciones de la Conferencia Episcopal Española, que ven en el proyecto del Gobierno de reconocer las uniones entre personas del mismo sexo como "un peligroso factor de disolución del justo orden social" han tenido también su eco en Balears.

Los grupos que representan a gays y lesbianas en Mallorca, Ben Amics y Arco Iris, han manifestado estar "totalmente de acuerdo" con la iniciativa del Ejecutivo, aunque añaden que también están a la espera de ver cómo se concreta. Otros colectivos, como el Obispado de Mallorca han optado por el silencio. Fuentes del Obispado señalaron ayer que el obispo Jesús Murgui ya había advertido que no se pronunciaría sobre esta cuestión. Varios intentos para recabar la opinión de la diputada María Salom, del PP, no tuvieron éxito.

La presidenta de Ben Amics, Emilia Suárez, señala que su organización, está "obviamente a favor" de cualquier medida que "asegure que tenemos los mismos derechos que cualquier otra pareja. Estamos a la espera de ver cómo lo hacen". Sobre las declaraciones de la Conferencia Episcopal, cree que "España es un país laico. Una cosa es el matrimonio religioso, donde ellos pueden decidir que no haya uniones entre parejas homosexuales, pero otra muy diferente es el matrimonio civil. Aquí los obispos no tienen nada que decir".

La presidenta de Arco Iris, Grup de Lesbianes de Balears, Marisa Ardila, opina que "ya sería hora de que se reconozcan nuestros derechos y de que acaben las polémicas". Ardila, sobre las declaraciones de los obispos, señala: "¿Cómo se atreven a meterse con nosotros? ¡Basta ya!. Que se metan en sus cosas, que en su propia casa tienen mucho que limpiar. Es una verguenza que nos ataquen así. Sólo queremos tener los mismos derechos que cualquier otra pareja".

En cualquier caso, Ardila manifiesta sobre el reconocimiento del matrimonio homosexual y la adopción de niños por estas parejas que "hasta que no lo vea, no lo creo". Su principal temor es que la reforma legislativa se quede a medias, "que sólo se acepte el matrimonio y no la adopción", por lo que espera acontecimientos.

El sacerdote y escritor Jaume Santandreu estima que "todo tipo de convivencia en común con afecto y respeto debe tener cobertura legal". Santandreu cree que las críticas de la Conferencia "suponen ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. De hecho, la Iglesia, durante siglos, ha estimulado una forma de organización netamente homosexual, como ha sido la creación de los conventos de frailes y monjas, una forma de familia con miembros de un único sexo que cuenta con pleno reconocimiento canónico y civil".

La diputada del PSIB-PSOE en el Congreso, Gràcia Muñoz, considera "que tiene que existir esta libertad" y permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo. "Hay que dar respuesta a una demanda social y responder a este reto". Ante las manifestaciones de la Conferencia Episcopal, Muñoz opina que "hay que considerarlas en su ámbito, el de los creyentes. Aunque respetemos sus opiniones, no se puede aplicar lo que piensan al resto de la sociedad", agrega en apoyo del proyecto del Gobierno central.