Tras la llegada de buena parte de la Familia Real el pasado lunes, las actividades privadas en tierras mallorquinas de sus miembros no se han hecho esperar.

Ayer por la mañana, el yate Fortuna zarpó de la base naval de Portopí, dónde se encuentra atracado, y salió a navegar por aguas baleares. Durante las vacaciones de la monarquía española son frecuentes las escapadas del barco, a bordo del cuál la Reina sigue las regatas.

Buena parte de la Familia Real, que se encuentra casi al completo en la isla, decidió aprovechar el buen tiempo que reinó durante el día de ayer para disfrutar de una jornada marinera.

En la cubierta del Fortuna se pudo ver a doña Sofía y a su hija, la infanta Elena. Les acompañaron los hijos de los duques de Lugo y los de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín.

Después de gozar del mar y el sol durante buena parte del día, el yate volvió a Portopí a última hora de la tarde.

La llegada más esperada

Mientras, y según fuentes oficiales, don Felipe y doña Letizia, príncipes de Asturias, iniciaban el regreso de tierras mexicanas, tras el viaje oficial que les ha ocupado durante la pasada semana. Su llegada a la isla parece inminente, máxime con la proximidad de las pruebas náuticas en las que la Familia Real toma parte. Sin embargo, no existe confirmación oficial al respecto.

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, duques de Palma, partieron el pasado lunes hacia Barcelona para cumplir con sus obligaciones laborales. Sus hijos, Juan Valentín, Pablo Nicolás y Miguel, disfrutan en compañía de sus abuelos y tíos del verano mallorquín.

La agenda más inmediata de los Reyes incluye la visita oficial a Santiago del próximo domingo, con motivo de la celebración del día grande del año Xacobeo.

La regata Breitling, que se disputa entre mañana y el domingo con Puerto Portals como sede, anunciaba en su página web la participación del Rey a bordo del Bribón, embarcación del armador catalán Josep Cusí.