El sector de coches de alquiler sigue sufriendo los efectos de la crisis y para este año se espera que su flota se reduzca nuevamente en Balears. En 2009 salieron a la carreteras insulares 30.000 vehículos, cifra que representaba una reducción del 30 por ciento respecto a los años anteriores. Para 2010 la situación no mejorará sino que habrá una nueva reducción y la flota quedará en torno los 25.000 coches, según indicaron fuentes del sector.

Es tradicional que cada año llegue a Balears la nueva flota de coches, tras la devolución a los fabricantes de los empleados la temporada anterior. Este año la operación de adquisición de nuevos vehículos es aún una incógnita, ya que según explicaba el presidente de la patronal, Estanislao de Mata, los bancos financian habitualmente esta operación pero el año pasado ya se notó una menor afluencia de capitales para este fin, y todo apunta a que este año la situación será similar.

El año pasado las empresas de rent a car mantuvieron las flotas de la temporada anterior, pero los fabricantes reclamaron esas unidades al acabar el verano. Se espera que para este año la renovación se puede hacer de acuerdo a lo programado, pero tanto Estanislao de Mata como otras fuentes consultadas no podían garantizar totalmente que se reponga la flota según lo deseado.

Las empresas están comenzando a recibir reservas para la temporada y se espera contar con toda la flota prevista para la Semana Santa, que este año se iniciará el 29 de marzo, siendo jueves y Viernes Santo los días 1 y 2 de abril. Es decir, que quedan pocos día de margen para recibir todas las unidades necesarias para atender la demanda.

La incógnita también afecta a la apertura normal de las empresas porque Hiper Rent a Car, la principal compañía del sector, ha presentado concurso de acreedores, y se desconoce si mantendrá su actividad de la forma acostumbrada. Esta empresa podría tener una flota cercana a los 5.000 coches, lo que le convierte en el más poderoso rent a car de Balears.

En la península también ha habido movimientos como consecuencia de la crisis, y se han podido evitar quiebras gracias a que el grupo Salvador Gabaldón, propietario de la firma Auriga Crown, adquirió recientemente a la alicantina Solmar.