Héroe condecorado de la guerra de Yom Kipur, antiguo profesor de la unidades antiterrorista y de élite del ejército israelí e íntimo amigo del fundador del krav magá, la vida del Gran Maestro Yaron Lichtenstein ha sido de todo menos aburrida. Es habitual de nuestra isla que, en cierta forma, le recuerda a la ciudad costera de Rehovot, en Israel, donde pasó su infancia y juventud.
-¿Qué hace del krav magá un arte marcial distinto al resto?
-Antes de la creación del krav magá, en el mundo de las artes marciales, las palabras “defensa personal” no existían. Por supuesto, si tú sabes judo o karate, te ayuda en la calle, pero un arte marcial específico para la defensa personal no existía.
-Lo plantea usted como algo único, como si las otras artes marciales no fueran eficaces.
-No, no me refiero a eso, pero el krav magá es el único que se centra en lo que te va a ocurrir en la calle, en la vida real, no en un tatami en un gimansio.
-¿Por qué crean Imi Lichtenfeld y usted la escuela Bukan?
-Verás, por ejemplo, el karate originalmente creado por Gichin Funakoshi tiene en la actualidad más de 4.000 estilos distintos. Y como Imi sabía que con el krav magá ocurriría lo mismo, decidimos crear la escuela Bukan para mantener así el camino original del krav magá de Imi Lichtenfeld.
-Se afirma que el krav magá es un arte marcial letal. ¿Por qué se dice esto?
-Fácil. Golpear como lo hace una persona entrenada en el krav magá, nadie en el mundo lo sabe hacer. En la calle solo tienes una oportunidad ante un atacante con un cuchillo, y hay que eliminarlo a la primera. En todo el mundo no existe ningún arte marcial para defenderse mejor que el krav magá. Y eso es lo que nosotros aprendemos: defensa.
-Parece demasiado violento...
-Contra la violencia, necesitas violencia. En la guerra, si tú tienes un tanque, el enemigo tiene un tanque. En la calle no. Si el atacante tiene un cuchillo, tú no tienes cuchillo, y por eso tienes que ser más rápido, más fuerte y más listo. El krav magá es muy fácil, pero a la vez es muy difícil. El krav magá es para todos, pero al mismo tiempo no es para todo el mundo.
-Disculpe, pero esto último no lo entiendo.
-Los que practican krav magá son personas normales. Tienen su familia, sus hijos, su trabajo... No van por la calle pegando a nadie. Pero, si necesitan defenderse, lo harán. Un alumno de krav magá no es una persona violenta, ni un criminal. Nunca. Son personas normales que quieren aprender cómo defenderse si lo necesitan. Hombres y mujeres por igual. Por eso digo que el krav magá es para todos pero a la vez no es para todo el mundo.
