Diario de Mallorca

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Narrativa

Lectura para personas sexagenarias

´El viento de las horas´, de Ángeles Mastretta, un libro que parece sacado de nuestra propia memoria

La escritora mexicana Ángeles Mastretta.

La novelista mexicana Ángeles Mastretta nos ofrece esta vez un libro diferente, diferente a lo que solemos esperar quienes la leemos con asiduidad. Mastretta nos da un paseo tranquilo por la ruta de la memoria, por lo que olvidamos con el paso del tiempo, y nos demuestra que la vida de cada cual se convierte, en un momento dado, en una "ciudad vieja", llena de historia, marcada por invasiones y conquistas, cuajada de monumentos y también de esquinas más vulgares que, incluso, necesitarían un barrido y, quizás, un lavado oportuno.

El título, una línea de un poema de Jaime Sabines, lo dice todo: el tiempo envuelve lo que somos y su viento lo deposita en nuestro entorno vital, por el que desfilan ascendientes y descendientes, colegas y amigos, maestras y vecinas, juguetes, muebles, casas, viajes, lo que recordamos o creemos que recordamos y lo que olvidamos o queremos olvidar.

El eje del libro es claro porque es universal, sin distinciones de clase, género o espacio geográfico: el tiempo pasa inexorable para todo el mundo, y con él pasa nuestra vida, cuajada de nombres, lugares, dichas y quebrantos. Por eso El viento de las horas nos parece sacado de nuestras propias memorias. Porque, cuando miramos hacia atrás, desde la atalaya de la edad madura, la vida nos parece larga y breve a la vez, llena de tantas cosas que sucedieron en el día a día, pero que pasaron tan rápido. Y cuando miramos hacia delante sólo vemos un tren de alta velocidad precipitándose hacia lo desconocido, lo que nos produce una "nostalgia del futuro", que hizo preguntarse al abuelo de la autora "¿Qué habrá que no veremos?". Mastretta usa un lenguaje preciso, conciso, utilizando la palabra acertada, para atraparnos fácilmente en la creencia de que esa vivencia bien puede ser la nuestra. Su tono es ligeramente tragicómico, el de la invocación de la memoria de una vida que ella describe como tranquila y amable. Su vocación literaria se inscribe en la intertextualidad de sus lecturas y en el reconocimiento continuo de ellas. Por las páginas del libro discurren Cervantes, Garcilaso de la Vega, Sor Juana Inés de la Cruz, Rubén Darío, Isak Dinesen (Karen Blixen), Borges o García Márquez, entre otros nombres menos conocidos, que aportan la expresión autorizada de esa misma experiencia.

Escribir es una forma de revivir aquella época "en que aún estaban vivos nuestros primeros muertos" y de recordar que todo está ahí, dentro de mí, "cuando lo quiero ver", a pesar de que estemos "sitiados" por nuestra piel y por el paso de las horas. Mastretta es optimista y nos anima, porque "recordar entretiene como nada". Toda la obra se vuelve un carpe diem, siguiendo la estela de la frase de Bernard Shaw de que "Youth is wasted on the Young" ("La juventud está desperdiciada en los jóvenes"), porque: "Era yo joven cuando tenía cincuenta. Como creeré que ahora soy joven, si llego a los ochenta. Y, si por suerte, me dan los noventa, habré sido una niña a los setenta y cinco". Lo dice Ángeles Mastretta. Lo dice todo el mundo.

ÁNGELES MASTRETTA

El viento de las horas

SEIX BARRAL, 259 PÁGINAS, 18,50 €

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