Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Memorias de la cocina

El calamar, una exquisitez en nuestra cocina

El calamar, una exquisitez en nuestra cocina

Existe constancia escrita acerca de la presencia del calamar en nuestra cocina, al menos desde el siglo XIV, aunque es muy posible que se consumiera desde siglos atrás, puesto que los romanos conocían y apreciaban esta variedad de moluscos cefalópodos. En el libro de cocina de Apicius, en el capítulo noveno, trata de una salsa para calamares a base de pimienta, ruda, miel, gárum, vino dulce y aceite. Recoge igualmente una salsa para calamares rellenos a base de pimienta, levístico (api bord), cilantro, semillas de apio, yemas de huevo, miel, vinagre, gárum, vino y aceite, para ligar la pasta.

El calamar tiene una importante presencia en el libro de autor anónimo Llibre de Sent Soví (año 1324), así como en el de Mestre Robert de Noia (o de Nola) publicado en 1520 y en varios documentos históricos de nuestra isla.

Al igual que pasa con el cerdo, del que se aprovecha prácticamente todo, del calamar tan sólo se rechaza el pico y el jibión o caparazón. El cuerpo puede prepararse de muchas maneras, entero, en filetes planos o en aros; se prepara con frecuencia en frituras, rebozado, asado a la plancha -a veces con su propia tinta y sin desechar las tripas si ha sido pescado al alba-, guisado (a veces con su tinta) y muy frecuentemente, en la cocina de las islas, rellenos, casi siempre de carne, aunque admite muchas variaciones. Los pescadores suelen recomendar una cocción corta.

Compartir el artículo

stats