Es importante para la enología mallorquina la buena salud de la mayoría de bodegas pioneras, no más de diez, que iniciaron la recuperación de la viña y la elaboración de vinos, que con los años han ido mejorando, y se han ido sumando posteriormente ser muy bien recibidos, aunque para algunos sean caros y sean preferidos más por los visitantes que a nivel local. Entre estas bodegas pioneras sobresale Vins Nadal, fundada en Binissalem en 1932, con nueva y joven generación dirigiéndola, representada por una mujer, Esperanza Nadal Galmés. Uno de sus vinos emblemáticos es el Albaflor Reserva, ya en la añada 2012. Le dieron vida las variedades Manto Negro, Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah. Su crianza fue de año y medio en barricas de EE UU y francesas. Muestra un tono cereza fuerte, con reflejos de rubí. Entre sus aromas sobresalen los de madera, fruta del bosque y vainilla. Ofrece intensidad, sabrosidad y elegancia en boca.
