Al igual que ignoro en qué tipo de animal se detiene la protección de los animalistas; si es en la rata, en la cucaracha o en el plasmodium falciparum; ignoro qué tipo de adicciones son las que están protegidas por la prohibición de los productos que la ocasionan. Es público, notorio y lógico que no podamos recibir publicidad de cocaína, haschisch u otras drogas; parece razonable haber prohibido la del tabaco; e igualmente parece bueno haber desterrado la publicidad del alcohol. Entonces, a mí que me expliquen por qué cuernos se admite la publicidad que pone en peligro a los ludópatas: juegos de póker, casinos virtuales, casas de apuestas campan por sus respetos en televisiones e Internet. Un ludópata es igual de preocupante o más. Muchos son políticos.
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Los puntos sobre las uves