El arquitecto Raimundo Reus y su mujer Sara Rossi son los artistas de la obra, una vivienda recién reformada en los Damunts, uno de los barrios más tranquilos y pintorescos de Alaró, que se ha convertido en motivo de admiración y ejemplo arquitectónico.
Era una pequeña vivienda ubicada entre medianeras de poco más de 100 metros cuadrados, en lo alto de una estrecha calle peatonal, con una terraza privada junto a la entrada de la casa y un pequeño patio posterior. Se trataba de una construcción que llevaba muchos años abandonada, lúgubre, húmeda, sin baño y con unas dimensiones interiores bastante reducidas y, pese a estar ubicada en la parte alta del pueblo, sin vistas al exterior.
Los grandes retos que en esta reforma han salvado Raimundo Reus y Sara Rossi se han centrado en intentar recuperar en lo posible todos los elementos característicos y originales de la arquitectura tradicional que la casa ofrecía, además de adaptar los espacios interiores a los usos y necesidades de una vivienda actual, reutilizar elementos de otras obras o piezas de derribo para ofrecer una segunda vida a muchos materiales y utilizar elementos naturales en la decoración.
Sirva de ejemplo todo el mobiliario de la casa, que es de obra. Tanto la cocina como armarios, estanterías y revestimientos de muros de piedra se han realizado con mortero de cal. Es una de las claves de la gran luminosidad que domina la vivienda, en cuyo interior predomina el inmaculado blanco mineral. También contribuyen las claraboyas que se han practicado en el tejado, captando una luz cenital que inunda y crea una interesante atmósfera en los interiores de la primera planta.
Con el afán de intentar reciclar elementos constructivos, se han recopilado las tejas rotas de la reparación del tejado para realizar mosaicos en pavimentos o paredes. Toda la carpintería interior y exterior es de madera y ha sido reutilizada tanto de la casa original como de otras obras, al igual que los elementos de madera de dinteles o pergolas, que también han sido reutilizados. Asimismo, las piedras extraídas para la apertura de portales o ventanas se han conservado para la reconstrucción de muros o pavimentos exteriores.
Todo ello hace de esta vivienda una pequeña joya para ser disfrutada con los cinco sentidos. Y, una vez más, el arquitecto Raimundo Reus se siente privilegiado de poder realizar actuaciones en edificios como éste, que nos hacen apreciar la riqueza y sencillez de la arquitectura tradicional mallorquina.
