Nuestro pueblo soberano
en la última elección
ha vuelto a dar la victoria
a los de la corrupción,
que al calor de los más fachas,
calor como el de una estufa,
vuelve a dar el primer puesto
a los de la mangarrufa;
y como si un éxito fuera
de veraniega canción
le damos la confianza
a la prevaricación,
hartos de vino y cerveza
y de alcoholes de garrafa
les hemos vuelto a votar
a ellos, a los de la estafa.
Qué sensación da
que te quieran atrapar.
¡Es horrible!