Nueva York ha recobrado protagonismo en las elecciones de noviembre. Donald Trump, neoyorquino nacido en el condado de Queens, será el candidato republicano. El partido demócrata tiene dos candidatos: Bernie Sanders y Hillary Clinton. Sanders nació y creció en Brooklyn y Clinton reside en Chappaqua, no muy lejos de la ciudad y ha instalado su oficina de campaña en Brooklyn. Se trata de la campaña más neoyorquina. Pero la ciudad y el estado de Nueva York no son ajenos a la presidencia. Media docena de presidentes, de los 43 que han ostentado el cargo, procedían del Estado y uno de ellos de la ciudad.
Theodore Roosevelt, el único nacido en Manhattan, lideró la guerra contra España, que terminó con el Tratado de París, donde se firmó la certificación del expansionismo norteamericano y el colapso del imperio español. Cuba, Puerto Rico, Guam y las Filipinas fueron el botín de guerra. Roosevelt es también recordado por la construcción del Canal de Panamá y por su contribución a la red de parques nacionales. Una réplica de la casa donde nació puede visitarse en el 28 Este de la calle 20 de Manhattan, junto al parque de Gramercy. Los muebles y la decoración son originales y la reconstrucción del edificio fue supervisada por su viuda. La casa original fue demolida cuando Theodore tenía 14 años y la familia vendió la casa para mudarse a la calle 57.
En Manhattan también puede visitarse la residencia de otro presidente, Franklin Delano Roosevelt, situada en el 47-48 Este de la calle 65. El que fuera presidente durante la Segunda Guerra Mundial era primo lejano de Theodore Roosevelt y nació a poca distancia de la ciudad, en Long Island.
La residencia, o mejor dicho, residencias, pueden visitarse y son propiedad de la universidad pública de Nueva York. Se trata de dos casas que fueron construidas bajo la supervisión de Sara Delano Roosevelt, madre del que llegaría a ser presidente. Una fue el regalo de boda y la otra la residencia de la propia Sara. Varias puertas comunicaban las dos casas, lo que contribuyó a la imagen de suegra entrometida.
Ningún otro estado ha proporcionado más presidentes que Nueva York, seis. Ohio empata a seis y le sigue Virginia, con cinco, Massachusetts con cuatro y California, tres.
Pero después de los dos Roosevelt, los presidentes son más desconocidos. Martin Van Buren fue el octavo presidente. Nacido en Kinderhook, Nueva York era conocido como el ´Pequeño Mago´ por sus ingeniosas tácticas políticas. Estuvo en el cargo entre 1837 y 1841. Comenzó su carrera profesional como abogado y dirigió la organización Albany Regency, un grupo de presión que controló entre 1822 y 1838 las intrigas políticas del estado de Nueva York.
Antes de la alternancia entre demócratas y republicanos existía otro partido que desapareció, el Whig. Millard Fillmore fue el último presidente de los tres de ese partido. Ejerció entre 1850 y 1853. El presidente Zachary Taylor murió después de aproximadamente un año en el cargo y fue sustituido por Fillmore, vicepresidente de Taylor.
Chester A. Arthur es uno de los nueve que nunca fueron elegidos y uno de los pocos que no recibieron el visto bueno de su partido al presentarse para la reelección. Los historiadores sospechan que Arthur no quiso luchar por la nominación por una enfermedad del hígado que mantuvo en secreto. De hecho, falleció un año y medio después de dejar la presidencia.
El mismo año que empezaba la presidencia de Van Buren, 1937, nacía Grover Cleveland, presidente dos veces. Es el único que después de servir un término, regresó cuatro años más tarde. Cleveland fue el primer demócrata elegido tras la Guerra Civil y fue gobernador, antes de ser elegido en 1885. Aunque nació y murió en Nueva Jersey, se crió en Nueva York.
Aunque los candidatos todavía no han sido elegidos, es muy complicado a día de hoy pensar que pueda optar a la presidencia alguien que no esté directamente relacionado con la ciudad de Nueva York. Incluso en el caso de que se presentase un candidato independiente, sería Michael Bloomberg, el que fuera alcalde de la ciudad. Definitivamente, Nueva York va a liderar con seguridad la lista de estados que ha proporcionado más presidentes.
