Todas las muertes son prematuras, en tanto que sus autores siempre podrían haber vivido un día más. Sin embargo, los redactores desprevenidos que el jueves 21 de abril tuvieron que inventarse a toda velocidad el fallecimiento de Prince, explotaron la juventud del artista de 57 años. Solo superaba en tres décadas a Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin y Jim Morrison, desaparecidos a los 27 en el viraje de la década de los sesenta a los setenta.
Se necesitará un nuevo Cortázar, para narrar el estupor de un periodista al reparar en que su obituario de Prince repetía los tópicos espolvoreados poco antes sobre David Bowie. No olvidó anotar que "las redes lloran la muerte", un clásico desde Michael Jackson que perdonó a Lady Di. Tampoco escatimó "creador de un estilo personal", "mito indiscutible de varias generaciones" y una alusión calenturienta a la "sexualidad equívoca" del norteamericano. O del inglés, previamente.
Juro que leí un titular del tenor de "Prince se reúne en el cielo con David Bowie". Y con Marilyn Monroe. Era fácil seleccionar los artículos que no merecían ni un vistazo. Iban encabezados por el epígrafe "Desaparece un icono del pop". En efecto, resulta intercambiable para los artistas citados hasta el momento, y también para la Reina de Inglaterra.
Por lo menos, la reiteración despersonalizada permite acuñar el término topicono, o latiguillo recurrente en la muerte de celebridades que hace tiempo que dejaron de inspirarnos más allá de una leve nostalgia perfectamente asumible. Y Prince demuestra también que los 57 son los nuevos 27. Aquí sería obligada la mención topicónica al aumento de la esperanza de vida. Sin embargo, resulta más apropiado ajustar el retraso a los avances en el tratamiento de las drogadicciones.
El llamado Club de los 27 etiqueta a artistas fallecidos a una edad que hoy se engloba en la adolescencia. El retraso a los 57 llega tarde para Basquiat, Kurt Cobain o Amy Winehouse, que todavía no habrían rebasado esa edad. Es curioso que a la excelsa cantante británica, cumplida heredera de la Billie Holiday fallecida a los 43, le asustara en vida el ingreso en el club de tres al cubo.
Equiparar a Prince y Bowie delata falta de imaginación o exceso de prisas. Sin embargo, conforme avanzan las décadas, los fundadores Jones, Hendrix, Joplin y Morrison comparten los mismos adjetivos y topiconos. España aporta al Club de los 27 a Cecilia, muerta a esa edad siempre temprana en accidente de automóvil.
