"La faraona, cuya carne es muy apreciada en nuestra cocina -más que de cualquier otra ave de semejantes características-, ocupa un lugar de privilegio por la calidad y sabor de su carne tanto en la cocina francesa como en la de las islas. Curiosamente recibe nombres diversos, que a veces pueden llevar a la confusión: pintada en castellano, gallina de Guinea, gallina de faraó y faraona en Mallorca y se le denomina gallina morisca y corriola en Menorca. El nombre técnico -Numida maleagris- nos acerca a su origen: África.
Los romanos llamaban numidae a los habitantes nómadas de una región del norte de África, que debido a este nombre fue denominada Numidia. La faraona o pintada es originaria del África subsahariana (Sudán, Etiopía, Egipto, etc.) e incluso de algunos países más al sur, como Guinea. Una vez descubierta, posiblemente en el siglo XVIII fue llevada a las Antillas y al sur de Francia, desde donde llegó con posterioridad a la isla. El sueco Carlos Linneo, en 1758, fue el primero en clasificar la especie.
Tiene la cabeza pequeña, aunque mide unos 60 cm. Su plumaje es oscuro con manchas blancas y se alimenta de hierbas, granos e insectos.
En nuestra cocina se utiliza -no con frecuencia- para guisos (aguiats y escaldums) y como ingrediente del arroz brut. En Mallorca, se cría en corrales, aunque también se importa de Francia donde se cría en avicultura.