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Bulgaria, de la Edad Media al siglo XXI en dos etapas (y II)

Visitar el monasterio de Rila es toda una experiencia.

Una escapada de cuatro días en Bulgaria permite encontrar todo su atractivo, su historia vibrante, sus ciudades con ambiente, su extraordinario paisaje y sus espectaculares monasterios e iglesias.

Monasterio de Rila, derroche de color

La siguiente etapa en este breve recorrido por Bulgaria es uno de sus símbolos y, probablemente, uno de los destinos más populares entre los turistas y viajeros, visita imprescindible en el viaje a Bulgaria. Se trata del Monasterio de Rila, el ejemplo más impresionante de arquitectura del resurgimiento nacional búlgaro, situado en las profundidades de las montañas de Rila, entre los ríos de Drushlyavitsa y Rilska, a unos 120 km de Sofía. Sus orígenes se remontan a la primera mitad del siglo X y su historia está directamente relacionada con el primer ermitaño búlgaro San Juan de Rila, que se estableció en la zona y se dedicó al ayuno y la oración, escapando de lo que él consideraba la degeneración moral de la sociedad. Sus restos, después de algunos traslados, reposan aquí desde 1469. El monasterio quedó devastado por un incendio en 1833 pero fue reconstruido por las aportaciones de los búlgaros adinerados. El monasterio consta de alrededor de 300 salas, 100 de las cuales son celdas monásticas. Está protegido por una muralla de 20 metros de altura al estilo de una fortaleza.

En el lugar de la antigua iglesia se construyó la iglesia principal Rozhdestvo Bogorodichno o Iglesia de la Natividad, el mayor templo monástico de Bulgaria, en el centro del patio del monasterio. Su exterior presenta una armoniosa estructura con un conjunto de cúpulas y arcos con rayas de colores distribuidos a distintos niveles. Merece la pena dedicar algo de tiempo a contemplar el exterior y sus arcadas, antes de acceder a la sección principal de la iglesia.

Vale la pena visitar el Museo del Tesoro, que exhibe la historia del monasterio durante los siglos. La exposición del museo incluye ejemplos del arte búlgaro y extranjero durante el periodo de XIV-XIX.

Sofía, moderna y bulliciosa

Sofía es la capital y la ciudad más grande de Bulgaria. Fue fundada hace siglos y es capital del país desde 1879. En la zona oriental del centro se construyó el Palacio Real, la sede del Parlamento y varios ministerios que formaron un conjunto con bellos edificios que todavía hoy se conservan. A cada paso surgen construcciones romanas, medievales y otomanas, que son herencia de su rico pasado. Los edificios del siglo XIX que recorren la calle Tsar Osvoboditel reflejan el ambiente optimista que se respiraba en Bulgaria tras la liberación de 1878.

Una de las iglesias más antiguas de la ciudad es la Basílica de Santa Sofía, que fue construida durante el reinado del emperador bizantino Justiniano (527 - 565). Fue el templo principal de la antigua ciudad, y durante el imperio otomano se convirtió en una mezquita. Junto a Santa Sofía está el templo monumental de San Alexander Nevsky, que es uno de los símbolos de la capital. Su campanario se eleva a una altura de 53 metros y tiene 12 campanas, de las cuales la más pesada es de 10 toneladas. En la cripta de está ubicada una exposición de arte ortodoxo.

La iglesia más antigua de Sofía es la Rotonda San Jorge, que fue construida en el siglo IV, durante el reinado del emperador Constantino el Grande. Muy cerca está la mezquita Banya Bashi, edificada en el siglo XVI y también la Sinagoga, que cuenta con un museo. No hay ninguna otra ciudad en Europa en la que en un espacio tan pequeño se concentren, tan cercanos unos a otros, los centros religiosos ortodoxos, católicos, judíos y musulmanes. En el área de los lugares religiosos y frente a la Presidencia, está el Museo Nacional de Arqueología. En él se guardan los tesoros más valiosos que se han descubierto en Bulgaria.

Las obras maestras del arte búlgaro se pueden ver en la Galería Nacional de Arte, ubicada en el antiguo Palacio Real. No muy lejos está el Teatro Nacional Ivan Vazov, uno de los edificios más bellos de Sofía. Aunque tal vez la visita más interesante sea el Museo Nacional de Historia, a los pies de la montaña Vitosha, en el barrio de Boyana, que posee más de 700.000 piezas que datan desde la prehistoria hasta la actualidad.

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