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Medio ambiente

Mirando al cielo (III)

En las islas convive la gestión directa e indirecta en el suministro del agua - Ambos buscan asegurar la calidad del servicio aunque con diferencias en su gestión

El uso de sistemas preventivos ha hecho posible el ahorro de má?s de 648.960 m3 de agua anuales en Sóller.

A día de hoy la prestación de servicios públicos por parte de la Administración pública puede realizarse en diferentes modalidades: gestión directa, gestión interesada y gestión privada o indirecta. Aplicada a diferentes ámbitos, el agua también prevé estas formas de explotación.

La gestión directa es aquella en la que la Administración presta, con sus medios, el suministro de agua. De esta forma, mediante su propio personal y estructura de sus entes instrumentalizados, ofrece el servicio directamente al cliente sin intervención de terceros. Sería el caso de, por ejemplo, EMAYA, empresa pública de agua y alcantarillado de Palma. La gestión interesada es aquella fórmula en la que se busca un equilibrio público-privado en el porcentaje que se prevea por parte de la Administración. Y por último, la gestión privada o indirecta es aquella que, mediante arrendamiento, concesión o concierto, interviene una empresa privada que se hace cargo del servicio durante un periodo de tiempo determinado. La concesión es la fórmula más utilizada en esta modalidad de gestión.

El camino del agua

Sóller es sinónimo de agua al disponer de innumerables fuentes y con un patrimonio hidrológico envidiable. En 2005, el ayuntamiento de la localidad aprobó la concesión, durante 25 años, del servicio municipal de aguas a la empresa Aqualia.

¿De dónde proviene el agua que consume Sóller? "En Sóller, la captación del agua bruta, es decir, tal como está presente en el medio natural, se realiza desde aguas superficiales y subterráneas. El agua procedente de manantiales llega por gravedad a los depósitos en los que se mide y regula el agua suministrada", explica Eduardo del Castillo, director de la delegación de Aqualia en Balears. El resto del agua bruta se transfiere a la red mediante sistemas de bombeo que controlan la cantidad de agua captada.

Actualmente existen tres procedencias diferentes del agua que se suministra. Por un lado se encuentran las fuentes de las que se nutre el municipio: la Font de na Lladronera, la Font des Patró Lau y la Font Nova. A ellas se le unen los pozos de ses Fontanelles y el agua potable en alta, comprada a la empresa pública dependiente del Govern de les Illes Balears, Abaqua, procedente del depósito de sa Costera. "En el año 2015 se suministraron 957.960 metros cúbicos, de los cuales un 76,27 % procedió de los manantiales, un 18,48 % de los pozos municipales y otro 5,25 % de Abaqua", añade del Castillo.

Una vez que el recurso en bruto es captado se le aplican diferentes tratamientos para convertirlo en agua potable. La calidad del agua en origen permite que el tratamiento se reduzca a una cloración, mediante cloradores automáticos que analizan continuamente en nivel de cloro en el agua. El Servicio de Aguas de Sóller dispone de telecontrol, tecnología que, desde su ubicación en las distintas instalaciones del servicio y mediante sistemas electrónicos, controla las instalaciones y permite obtener información a tiempo real sobre el estado de funcionamiento de todas las infraestructuras básicas, en relación a la cantidad y la calidad del agua.

"Uno de los retos que se plantean respecto a estas instalaciones es el hacerlas eficientes desde el punto de vista energético, es decir, que aumenten su rendimiento con el menor consumo eléctrico posible", explican desde Aqualia. En este sentido se aprovechan las horas valle de consumo para el llenado de los diferentes depósitos, con una capacidad global de 2.854 metros cúbicos, y se optimiza el llenado de los mismos con agua de manantiales. "En los últimos 10 años se ha reducido en un 63 % el consumo eléctrico del servicio", señalan.

Una vez que los procesos de potabilización se han completado y antes de cargar el agua en la red, se realizan toda una serie de análisis que garantizan que el agua que se distribuye cumple la normativa vigente. Toda esta información relativa a la calidad del agua se transmite al Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo (SINAC). Un sistema de información pública accesible vía Internet a cualquier interesado http://sinac.msc.es/.

El agua potable se distribuye a través de la red de abastecimiento, cuya extensión y complejidad varía en función de la población abastecida y de los recursos disponibles. "El cuidado y atención sobre las redes es fundamental para evitar fugas, identificar lo antes posible cualquier avería, reparar cualquier canalización defectuosa o realizar mejoras. En este sentido, la vigilancia preventiva en la búsqueda de fugas supone un mayor grado de proactividad en la gestión de las redes", añade Eduardo del Castillo

El Servicio Municipal de Aguas de Sóller dispone de una red dividida en 33 sectores telecontrolados que permite registrar continuamente el agua suministrada a cada uno de estos sectores y detectar posibles fugas. Una vez descubierta, se dispone de un sistema de prelocalización de fugas mediante unos registradores de sonido. Este sistema de detección se instala en un sector de la red y en las horas nocturnas se activan los sensores que registran el nivel de ruido. "Posteriormente un patrullador recibe todas las señales emitidas por los sensores y las acumula en una base de datos y en un software de gestión que obtiene la conclusión de la existencia o no de la fuga así como su localización en el tramo", explican desde Aqualia. Con posterioridad, el personal técnico se dirige directa y exclusivamente al área en la que se ha prelocalizado la fuga para su ubicación exacta a través de los detectores de sonido. De esta manera se reduce notablemente la distancia a inspeccionar por métodos tradicionales, se revisan más kilómetros de red en menos tiempo y como consecuencia se aumenta la periodicidad del control en cada zona.

El telecontrol de Sóller permite hacer el seguimiento de la red.

"La aplicación de todos estos sistemas preventivos sobre la red ha hecho posible el ahorro de más de 648.960 metros cúbicos de agua anuales en Sóller respecto a los consumos registrados hace 10 años, pasando de un rendimiento de la red del 40 % al 87 %", añade del Castillo.

El abastecimiento de agua tiene su sistema de facturación por consumo, de modo que el servicio pueda alcanzar su sostenimiento, de acuerdo a lo que establece la Directiva Marco de Agua. En este proceso, el elemento clave es el contador que registra las variaciones de consumo. Actualmente, el Servicio de Aguas de Sóller ha renovado el 97 % de los contadores domiciliarios, instalando contadores de última generación preparados para su telelectura

La depuración

Una vez consumida en domicilios, comercios e industrias, el agua es conducida a través de la red de alcantarillado y de las estaciones de rebombeo de aguas residuales (ERAR) hasta las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) para ser procesada. Sóller dispone de cuatro ERAR en los puntos de la red en los que no es posible la evacuación por gravedad. En el resto, la orografía de la localidad permite que la mayor parte de las aguas residuales lleguen por gravedad a la EDAR lo que supone un ahorro energético.

"Es precisamente en las EDAR en donde el agua se beneficia de diferentes procesos por los que el agua queda libre de contaminaciones físico-químicas y biológicas a través de los tratamientos primario (sedimentación), secundario (biológicos) y terciario (afino)", apuntan. El objetivo es devolver el agua al medio natural de manera óptima, teniendo en cuenta que el medio ambiente es sensible y que en ocasiones el agua que sale de la EDAR es reutilizada para diferentes usos. En Sóller, la gestión de la depuradora la realiza directamente ABAQUA.

De forma paralela, durante todo el proceso existen algunos procesos que van más allá del puro abastecimiento y saneamiento como es la vigilancia y control sobre la calidad del agua. "La legislación es cada día más rigurosa, por lo que los prestadores del servicio deben disponer de un completo sistema de control de calidad. En Sóller se realiza diariamente el control del cloro en 10 puntos significativos de la red, así como 41 analíticas del agua a lo largo de todo el año lo que suponen 930 determinaciones analíticas del agua", recuerdan desde la concesionaria.

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