La señorial vivienda dónde nació el historiador Mateu Rotger ha sido recientemente reformada por el estudio Àngel Morado Arquitectura, el aparejador Pere Nadal y el decorador Mikush Sapieha, el interiorista aristócrata encargado de dotar de alma mundana y refinada este vetusto e histórico edificio ubicado en pleno centro histórico de Pollença considerado como uno de los más interesantes a nivel arquitectónico, por la complejidad urbana, historia, topografía y la sensibilidad que se ha tenido para preservar su carácter. Cuando uno se pasea por esas calles quebradas se percata de una idea de conjunto urbano donde las visuales cogen especial importancia, siendo la iglesia y el "Puig de María" los puntos de referencia.
Según el catálogo de protección de edificios y elementos de interés histórico, artístico, arquitectónico y paisajístico del término municipal de Pollença "se trata de una casa importante por su situación y porque fue la casa natal de Mateo Rotger. Tiene forma de "L" y da a dos calles, la parte del garaje se encuentra en la calle General Bosch y la fachada principal da a la calle Canonge Rotger." El nombre de la calle es el del historiador que nació en la casa en cuestión, que fue catedrático de historia en el seminario y su obra más importante es "La historia de Pollença desde 1897 a 1906".
A la hora de proyectar la reforma se quiso preservar el carácter de la construcción y su historia y que siguiera la armonía de las fachadas contiguas. La complejidad residía en resolver las muchas patologías dada a su antigüedad .Fisuras, humedades por filtraciones, condensación y falta de estanqueidad así como infinidad de desconchados en muros eran protagonistas y un reto. También lo fue ,vital, luchar contra la oscuridad en busca de la luz natural y fue muy interesante también encontrarse con una casa con una gran profundidad (20m) entre la fachada de la calle y el patio. La solución fue abrir los espacios, captar el máximo de sol del patio y potenciar la entrada de luz cenital que permitiera que se deslizara hasta la planta baja a través del hueco de la escalera.
Se trata de una edificación entre medianeras de tres alturas y con jardín en la parte posterior. Al entrar en la casa ya podemos ver el elemento escultórico de la escalera, situada en el punto central, separando la zona de sala de estar con el comedor y cocina que dan a la parte posterior. El patio se ha diseñado conservando el arbolado y creando una piscina en el fondo que refleja las ondas en movimiento en la pared, y por la noche da profundidad. En las dos plantas superiores encontramos las seis habitaciones, cada una con su baño propio. El pavimento de la planta baja se ha cambiado por un microcemento que da continuidad y las zonas de dormir se ha mantenido el embaldosado cerámico. Las paredes se han pintado de blanco e incluso las vigas de han tratado para dotar de más luz a todos los espacios. Los arcos se han mantenido, incluso se desnuda el material estructural de marés que obtiene así especial importancia escultórica.
Lo antiguo se mezcla con lo moderno de forma armónica y sin dejar de lado las necesidades del usuario, su confort y la eficiencia energética hoy tan importante.
