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Desde Francia

Même pas peur

Même pas peur

Entre los grafitis, junto a las flores y a las velas encendidas frente a los escenarios de la tragedia del viernes negro, quizás sea este el más valiente, casi descarado, "ni tan siquiera miedo", incluso un poco fanfarrón. Como la Torre, iluminada ahora con los colores patrios, en azul, blanco y rojo, emotivo pero raro, extraño, como esas Marsellesas improvisadas, con un aire de "no pasarán". Todo muy bonito, poético, a la altura de la "grandeur" pero que no responde a la realidad, desgraciadamente muy distinta.

Desde mi regreso a París, el lunes pasado, me muevo en Metro, y nunca lo había visto tan vacío, igual que los autobuses. Y lo peor, las miradas, miradas esquivas donde se lee el miedo, ojos enrojecidos por noches insomnes, lágrimas a punto de desbordar... Hay pues, miedo, y mucho, todos esperan/temen un nuevo atentado, y todos saben que el transporte público es una presa/diana fácil, y por eso lo evitan. Ayer por la mañana las calles, el periférico, la vía de cintura y las autopistas de acceso a la capital estaban colapsadas, el "bouchon" era fenomenal, 350 km en total, París era un atasco. Y a la vez, las terrazas, los restaurantes y los bares están casi vacios, por no hablar de los hoteles, las anulaciones están al orden del día. Evidentemente ya se habla del impacto económico de la tragedia en un sector que parecía haberse recuperado de la crisis.

Ahora, miércoles por la mañana, cuando estoy cerrando esta crónica, acabo de poner la radio, y de nuevo vivimos en directo, otra fase, etapa de la "guerra", y que conste que me lo esperaba ya que las cuentas, sinceramente -a mi- no me salían. Y me explico, cuando digo las cuentas me refiero al número de yihadistas implicados en la masacre: Si sumamos los tres kamikazes del estadio a los cuatro del Bataclan, dan siete, y no puedo entender porque nos querían "colar" que había solo uno, Abdeslam Salah, el cerebro de la banda, que había conseguido escapar. El interrogante, la duda, para mi estaba en los ocupantes del Seat negro que fueron sembrando el terror por las terrazas, ya que según muchos testigos presenciales había tres hombres a bordo, uno al volante y dos disparando.

Bien, pues ahora resulta que esta madrugada una operación policial comando en Saint Denis (donde el Stade de France) que ha durado más de siete horas, se has saldado con dos muertos (entre ellos una mujer que ha activado su chaleco cargado de explosivos) y la detención de siete presuntos terroristas No está entre ellos, Abdelhamid Abaaud, el inspirador -quizás también participe- de los atentados, y a quien todo el mundo suponía en Siria.

Total, seguimos igual de perdidos, de "pommés", que antes... lo más probable, los primeros comentarios, impresiones, con la que están especulando ahora mismo todos los medios, es que este piso no era solo un escondite, un lugar donde ocultarse hasta que se la situación se normalizase, para luego escapar, sino, visto el número de individuos implicados en el affaire, es que se estaba cocinando otro atentado...la confirmación de lo que todo el mundo, aquí, temía.

Y para terminar, una noticia positiva, en la red, están apareciendo iniciativas como la de "Tous au bistrot", o "Je suis en terrasse" invitando a salir, a seguir viviendo, a no dejarse intimidar. Como otra de las frases más brillantes, de entre esas que comentaba más arriba, y traduzco directamente, "podrán quitarnos/robarnos la vida, pero no la libertad".

Mañana, jueves, tenemos Beaujolais, un vino que no me entusiasma pero que sirve de excusa para una noche festiva, ya les contaré como responde París a la convocatoria...y es que el barco, el emblema/escudo de la capital, está tocado, pero no hundido.

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