La LOMCE, conocida como la "Ley Wert", ha degradado la asignatura de Filosofía en las enseñanzas medias hasta casi dejarla al nivel de las denominadas "Marías". En España, la Filosofía ya no se considera una asignatura troncal, fundamental para dotar a los alumnos del imprescindible "espíritu crítico" que posibilita obtener una comprensión global de lo que acontece. Los profesores de la UIB, Francesc Torres, profesor titular de Filosofía y presidente de la Asociación Filosófica de las Islas Balears (AFIB); José Antonio Marina, profesor de Filosofía del Instituto Politécnico y profesor asociado de la UIB y Joan Lluis Llinás, director del departamento de Filosofía de la UIB, enfatizan la urgente necesidad de rescatar los estudios de Filosofía en las enseñanzas medias de la postración en la que han quedado sumidos a causa de la LOMCE. Junto a ellos, tres alumnos: Sergio García, quien prepara su doctorado sobre Descartes y la epistemología cartesiana y los de tercer curso Pablo Vera y Enrico Brugnami, también inciden sobre las mismas cuestiones, al tiempo que reivindican unos estudios que para ellos son una decida apuesta de vida profesional.
Los profesores destacan que en las enseñanzas medias la Filosofía ha sido eliminada como asignatura troncal, lo que ha supuesto que en segundo de Bachillerato se haya suprimido la Historia de la Filosofía, que ha pasado a ser una simple asignatura de carácter optativo. José Antonio Marina lo razona diciendo que "la Ética se ha convertido en una asignatura alternativa a la Religión, lo que supone una devaluación, su conversión en una "María", con el agravante de que quienes cursan Religión no estudian los valores democráticos constitucionales". "Se trata de una regresión a la década de los ochenta del pasado siglo, se elimina el logro que supuso convertir la Ética en obligatoria", afirma. Las razones por las que el Gobierno del PP ha dado un giro de 180 grados a la situación se debe, en opinión del profesor Marina, a que "en la anterior legislatura, la del Gobierno de Rodríguez Zapatero, se desencadenó una auténtica cruzada por parte de la Iglesia católica contra Educación para la Ciudadanía, y ahora, con el Gobierno del PP, una vez implantada la LOMCE, la Iglesia católica ha conseguido retomar el control". Concluye la exposición de la situación explicando que en la selectividad se tiene la opción de examinarse o bien de Historia de España o de Historia de la Filosofía, lo que ha ido acompañado de una potenciación de la primera relegando la segunda a una posición irrelevante.
Buenas palabras
El profesor Francesc Torres comenta que durante la tramitación de la LOMCE hubo "buenas palabras" por parte de los diputados del PP en el Congreso, "pero no se ha resuelto nada". Dice que se entrevistaron con Miguel Ramis, del PP, y con Pablo Martín, del PSOE, sin conseguir ningún avance. El diputado popular escuchó sus peticiones sin que fueran incorporadas al texto legal, mientras que el socialista les informó de que su grupo había presentado una enmienda a la totalidad de la LOMCE, que no tenía ninguna posibilidad de salir adelante dada la mayoría absoluta de la que el PP ha dispuesto en la legislatura que mañana concluye con la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones generales.
Al disponer las comunidades autónomas de cierta capacidad de decisión, se abre una ventana de oportunidad para que parcialmente se pueda enmendar lo aprobado en el Congreso. El profesor Llinás informa que el Govern pretende utilizar la herramientas legales de las que dispone para reintroducir la obligatoriedad de la Filosofía en las enseñanzas medias. Dice que con el actual Ejecutivo las cosas están bien encaminadas, destacando que del anterior Gabinete, el del PP de José Ramón Bauzá, únicamente recibieron "buenas palabras", lo que se evidenció en una de las votaciones habidas en el Parlament, en la que el PP votó en contra de una propuesta favorable a la Filosofía, que sí obtuvo los votos positivos de PSOE y Més. "Ahora, con el nuevo Govern, con el director general de Planificación de la conselleria de Educación, Antonio Morante, estamos a la espera del borrador que vuelve a situar a la Filosofía como asignatura obligatoria", manifiesta.
Los tres profesores coinciden en fijar la atención en la inmensa distancia existente entre la importancia que se otorga a la Filosofía en los sistemas educativos de la mayor parte de Europa y la situación que se ha instaurado en España con la LOMCE. Dicen al unísono que el aspecto fundamental de la crítica, el del análisis crítico, el de la simbiosis entre el pensamiento filosófico en paralelo al pensamiento científico, se ha dejado de lado. Eliminando la Filosofía del sistema educativo -aseveran- se atenta gravemente contra la tradición más ilustrada del pensamiento europeo, añadiendo que la LOMCE ha suprimido el espíritu crítico, formar a ciudadanos con capacidad de pensar. Afirman que lo que se pretende es que se prescinda de la capacidad de obtener las herramientas para llevar a cabo la crítica.
El profesor Torres es taxativo: "la LOMCE arrasa con el pensamiento grecolatino, ignora a Sócrates, Epicuro, Lucrecio y Cicerón, por nombrar tan solo a algunos". El profesor Marina es igualmente contundente: "en España, como en otros países del sur de Europa, el peso de la Iglesia católica pretende anular el pensamiento crítico". "La Filosofía sirve para ser un ciudadano, no un siervo, y por eso no interesa", asegura. Es el profesor Llinás quien sintetiza lo dicho por sus colegas manifestando que "con la Filosofía cada uno se tiene que construir su forma de vida utilizando los intrumentos que te proporciona; al contrario de lo que sucede con las religiones, que te la dan hecha".
Para los tres la Filosofía posibilita analizar el presente aquí y ahora, criticarlo ofreciendo alternativas, y aseguran que estamos ante un "empobrecimiento brutal" al no conocer a Sócrates, Descartes, Kant y Platón. "Es ignorar el entramado básico del tejido de la historia", sentencian.
Aquí intervine el doctorando Sergio García, que, junto a sus dos compañeros, ha atendido a los comentarios de sus profesores. Dice que se plantea lo que denomina "falso dilema" en la educación secundaria, "entre lo que es útil y lo que no lo es", al primar las disciplinas científicas en detrimento de las humanidades, "con lo que no abordamos la complejidad de nuestras sociedades". Pablo Vera y Enrico Brugnamini señalan que han optado por la Filosofía, porque quieren agudizar su sentido crítico y, en el caso del primero, porque "la Filosofía me gusta mucho a pesar de que es una de las carreras que menos salidas profesionales tiene". Su compañero afirma que "sé que me gusta, pero no sé por qué me gusta".
Muy esperanzados
Los profesores manifiestan estar "muy esperanzados" por la actuación de la conselleria de Educación, argumentan que "el cambio de gobierno es positivo y, por el momento, hay que reconocer que están cumpliendo lo prometido". El borrador de los nuevos currículos de Bachillerato presentados por la conselleria garantizan la obligatoriedad de la Historia de la Filosofía en segundo curso. Esa es la capacidad de actuación de la que disponen las comunidades autónomas y que está siendo utilizada por el Govern para enmendar, aunque parcialmente, las premisas establecidas por la LOMCE, que ha hecho desaparecer a la Filosofía de la ESO, ya que únicamenter se puede cursar Valores Éticos, si se decanta por no hacer Religión, asignatura que vuelve a ser evaluable.
La AFIB hizo público un manifiesto que lleva por título "¿Quién tiene miedo de la Filosofía?" en el que se afirma que la LOMCE pretende eliminar dos de las tres asignaturas obligatorias de Filosofía en la enseñanza secundaria, que es lo que ha sucedido, precisando que los estudios de Filosofía proporcionan al estudiante cuatro tipos de formación: instrumental en el uso riguroso del lenguaje oral y escrito, así como en la comprensión de conceptos y problemas, lo que les ayuda a mejorar sus capacidades de razonamiento y comunicación; además, establece una formación transversal e interdisciplinar, que posibilita conectar los diversos saberes y desarrollar una mejor capacidad capacidad de juicio para afrontar la complejidad del mundo contemporáneo.
Formación histórica
También da pie a a obtener una formación histórica básica sobre los grandes sistemas de pensamiento que han configurado y siguen haciéndolo la identidad cultural de Occidente; por último, la Filosofía posibilita una fomración integral que ayuda al estudiante a conciliar el conocimiento, la moral y la sensibilidad, imprescindibles para su maduración personal y su calificación profesional.
AFIB rechaza que una vez más la Filosofía sea utilizada por los sucesivos gobiernos como un comodín que se estira o encoge caprichosamente con cada nueva reforma educativa, como un arma arrojadiza en la lucha ideológica entre los partidos políticos; y en el caso de la Ética, como una moneda de cambio susceptible de ser intercambiada por la enseñanza de la Religión. Añade que la Filosofía tiene acreditada una larga y sólida tradición académica, independiente de las diversas ideologías políticas y de las distintas confesiones religiosas constituyendo una seña de identidad imprescindible de la cultura occidental.
Los profesores reiteran que los estudios de Filosofía en las enseñanzas medias constituyen una materia que no puede ser relegada, que es lo que ha hecho la LOMCE, so pena de generar un "acusado empobrecimiento" del pensamiento crítico de los alumnos, de su capacidad para analizar con independencia de criterio el mundo que les rodea. Insisten en la afirmación del profesor Marina: la Filosofía sirve para ser un ciudadano y no un siervo, preguntándose retóricamente si lo que se ha pretendido es precisamente eso: suprimir la capacidad de pensar, de disponer de una conciencia crítica susceptible de juzgar lo que acontece. La "devaluación" de la Filosofía propiciada por la LOMCE entienden que tiene que see revertida, que no se puede aceptar que lo aprobado en la actual legislatura se mantenga. En este aspecto son moderadamente optimistas, confían en que en un futuro próximo las cosas cambien restituyendo a la Filosofía el rango de materia troncal que se merece, el que, por otra parte, tiene sobradamente reconocido en buena parte de Europa.
