El reunir en un vino variedades autóctonas con foráneas es una práctica que ha dejado, en parte, de ser patrimonio de unos pocos bodegueros, en el caso de Mallorca. Cada vez se ven más vinos tintos de crianza, con esta caractéristica. Entre estas bodegas se encuentra Binigrau, situada en Biniali, fundada por los hermanos Batle hace diez años. Su Obac 2012 mantiene una combinación de cinco variedades, dos autóctonas como son el Manto Negro y la Callet, con las galas Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah, que cada vez tiene más adeptos. Las cepas que dieron sus racimos de esas diferentes uvas se trataron con filosofía ecologista. Lograda la vinificación comenzó una crianza en barricas de roble, especialmente francesas, durante unos catorce meses. Mantiene un tono rubí muy intenso. Frutos secos y notas especiadas aparecen en nariz. Hay recuerdos afrutados y cierta golosidad en boca.
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La cata