La Audiencia Provincial de Palma juzgó ayer por segunda vez a un hombre acusado de facilitar grandes partidas de droga a los clanes de Son Banya. El sospechoso ya fue condenado a siete años de prisión, pero el Supremo ordenó repetir el juicio por contaminación del tribunal, ya que en una sentencia anterior contra miembros de la misma red, formada por más de 30 personas, hacía referencia al procesado como traficante. En aquella vista el hombre no fue juzgado por estar huido.

La fiscalía acusa a este sospechoso de abastecer de hachís, cristal y cocaína a varios grupos del poblado y otros traficantes entre 2013 y 2014. Un policía que participó en la investigación detalló cómo los pinchazos telefónicos y los seguimientos revelaron, a su entender, que el hombre gestionaba la llegada a la isla de importantes partidas de estupefacientes.

El procesado solo respondió a las preguntas de su letrado, Fernando Mateas, para decir que no supo que la justicia española lo buscaba hasta que fue detenido en Senegal.

Durante la sesión de ayer, otro procesado aceptó una pena de seis años de cárcel por narcotráfico tras el acuerdo alcanzado por su abogado, Gaspar Oliver, y la fiscalía. Según confesó, organizó un envío de cocaína a Mallorca.