Un septuagenario se enfrenta a 17 años de cárcel por abusar sexualmente de menores de edad a los que captaba ofreciéndoles drogas y dinero. El sospechoso habría grabado algunos de estos encuentros sexuales con los adolescentes, de 15 y 16 años, y también filmó a hurtadillas a niños cambiándose de ropa en el polideportivo municipal de Son Moix. La fiscalía da por hecho que mantuvo relaciones al menos cuatro veces con una de las víctimas y le imputa delitos de agresión sexual, corrupción de menores y posesión de pornografía infantil. Está previsto que el procesado sea juzgado la próxima semana en la Audiencia Provincial de Palma.

De acuerdo con el relato de la acusación en su escrito de conclusiones provisionales, el hombre cometió los abusos durante el verano de 2016. Al volante de dos llamativos vehículos de lujo, recorría las inmediaciones de parques, polideportivos y centros escolares para llamar la atención de un grupo de adolescentes y ganarse su confianza. Sabía que eran chicos influenciables y fáciles de convencer y empezó a ofrecerles dinero y marihuana a cambio de que mantuvieran relaciones sexuales con él.

Tres menores

La fiscalía concreta que contactó con tres menores, entonces de 15 y 16 años, a los que en reiteradas ocasiones hizo todo tipo de propuestas sexuales. A uno de ellos le invitó a quedar en su casa para fumar y beber, diciéndole que le daría lo que quisiera si mantenían relaciones y a otro le ofreció dinero con el mismo objetivo. Según el ministerio público logró, tras mucho insistir, que un tercer adolescente fuera a su domicilio al menos cuatro veces para abusar de él.

Esta víctima, de 15 años, recibió 50 euros cada vez. A cambió, el hombre lo desnudó, le hizo una felación mientras se masturbaba y le dejó el teléfono para que viera películas pornográficas. El septuagenario llegó a proponerle mantener sexo anal, pero el chico se negó.

Durante estas citas, el acusado habría tomado imágenes del menor desnudo. Además, trató de utilizarlo para captar más víctimas, diciéndole que le pagaría si le llevaba a otros chicos.

Además de estos abusos sexuales, el sospechoso habría acudido varias veces al polideportivo de Son Moix para obtener imágenes pedófilas. Según el fiscal, se colaba en los vestuarios y grababa a escondidas cómo los niños se cambiaban de ropa.

La Policía empezó a seguir sus pasos en noviembre de 2016, cuando un adolescente denunció lo ocurrido. La Unidad de Familia y Mujer (Ufam) inició una investigación y en cuestión de días arrestó al sospechoso. Los investigadores encontraron en su domicilio un ordenador, en cuyo disco duro almacenaba vídeos y fotografías de contenido pedófilo, unas 30 imágenes de menores en actitud sexual y los videos que había grabado de una de sus víctimas.

El hombre volvió a ser detenido en enero de 2017, cuando todo este material fue analizado. El juez de guardia decretó entonces su ingreso en prisión preventiva.

El ministerio público considera que estos hechos constituyen un delito continuado de agresión sexual, otro de corrupción de menores y otro de posesión de pornografía infantil, por los que reclama en total 17 años de cárcel para el sospechoso.

Además, solicita que se le impongan también 10 años de libertad vigilada y que se le prohíba acercarse a menos de 500 metros de los tres menores con los que contactó durante cinco años. Finalmente, reclama una indemnización de 2.000 euros para el adolescente con el que consiguió mantener relaciones sexuales al menos en cuatro ocasiones.

Está previsto que el juicio por estos hechos se celebre el próximo jueves en la sección primera de la Audiencia Provincial de Palma, informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Balears.