Mateo, uno de los vigilantes de los juzgados de Vía Alemania, descubrió hace unos días que un ciudadano había olvidado su cartera en la bandeja donde se depositan las pertenencias para pasar por el arco de seguridad. No es la primera vez que pasa, pero sí es insólito que dentro haya 2.950 euros. Su propietario, muy nervioso, volvió a la entrada poco después en busca de la cartera y se mostró muy feliz cuando vio que Mateo la había puesto a buen recaudo. El hombre, que llevaba tanto dinero porque acababa de cobrar de un cliente, quiso darle una gratificación de 100 euros, pero el vigilante la rechazó. Muy profesional.
No a la droga junto al narco
Durante la espectular operación antidroga desplegada la semana pasada en sa Pobla, un centenar de guardias civiles se movilizó por todo el pueblo. El epicentro de la redada se situó en las calles Migjorn, Gran y Tresorer Cladera. La 'Operación Tiliuin' se saldó con 14 detenidos y todos ellos ingresaron en prisión. También se intervino cocaína en roca y en polvo y marihuana. Se dio la circunstancia de que algunos agentes hicieron un alto para tomar café en un bar situado junto a la 'zona cero' del narcotráfico. Un cartel colocado junto a los servicios despertó la hilaridad. "Prohibido consumir drogas", rezaba a escasos metros del lugar donde eran arrestados los principales narcos.
Demasiado indignado
Una magistrada de la Audiencia tuvo que llamar la atención a un joven que presenciaba un juicio a su madre entre el público. Era la segunda vez que se celebraba la vista por un asunto de drogas y estaba declarando como testigo un funcionario, quien dijo no recordar que ya se había celebrado un juicio anterior por esos hechos. "¡Madre mía! ¿Esto es serio?", voceó el joven, indignado por la falta de memoria del testigo. La jueza que presidía la vista detuvo el interrogatorio y preguntó quién había gritado. El aludido se levantó y amagó con hacer un alegato en favor de su madre, pero desistió ante el apercibimiento, tan correcto como severo, de la magistrada.
Un expolicía chulesco
No fue el único incidente en el que tuvo que intervenir la presidenta del tribunal ese día. Uno de los tres acusados es un exagente de Policía que acabó expulsado del cuerpo e incluso fue detenido hace años por asuntos de drogas. El hombre mostró una actitud chulesca y desafiante cuando respondía las preguntas de la fiscal, hasta que colmó la paciencia de la jueza. Esta le recordó que tenía que responder con educación y respeto a las cuestiones y que, dado su pasado como policía, debía conocer los límites.
¿Dónde está la cámara?
En el mismo juicio, la mujer acusada de recibir un paquete enviado desde Argentina con casi 400 gramos de cocaína líquida en su domicilio de Palma, negó cualquier vínculo con el narcotráfico. Según contó, primero arrestaron a su pareja, que fue quien recogió el bulto. "Me llamaron para decirme que lo habían detenido y cuando fui me contaron que era por un tema de drogas. Era surrealista. Yo pensaba que era una broma, un programa de esos de cámara oculta que salen en la tele. Hasta se lo pregunté a los policías", contó.
Una testigo con prisa
Una mujer declaró como testigo durante más de 20 minutos en un juicio celebrado en Palma. Al terminar su interrogatorio, preguntó al juez: "¿Me puedo ir ya, que tengo a la hija que está pariendo?". La mujer, que había testificado con aparente calma y ofreciendo muchos detalles de lo que sabía sobre el caso, se marchó rauda y veloz de la sala.
Lío judicial por una valla
Una mujer fue declarada esta semana autora de una falta de coacciones por vallar y poner un vigilante de seguridad en la parcela que tenía alquilada a varias personas, sin dejarles recuperar sus pertenencias, porque no le pagaban la renta. El conflicto seguirá por la vía civil, ya que los afectados aseguran que allí había valiosos barcos y reclaman una indemnización.
¿Broma o delito?
Un joven fue detenido esta semana en Marratxí por atar a una mujer a un quad. Fue la madre de la víctima quien denunció lo ocurrido ante la Guardia Civil, y el sospechoso fue arrestado y puesto a disposición judicial. En su defensa, alegó que todo había sido una broma que no supieron entender.
Delincuencia juvenil
El sábado de la semana pasada, la Policía Local de Palma se movilizó porque un nutrido grupo de muchachos, al parecer todos menores, irrumpieron en un bazar chino de la ciudad equipados con mochilas. Tras empezar a armar jaleo en el interior del establecimiento, los chavales salieron afuera y arrojaron pelotas de plástico contra el escaparate.
La psicosis de las piedras
Esta semana en el juicio contra un joven por presuntamente arrojar piedras a los coches en la autopista de Inca quedó patente la psicosis que había en esas fechas (finales de 2014) en la isla ante los reiterados casos de pedradas desde varios puentes. La Policía Nacional montó un dispositivo especial para atrapar a los autores.
