­La Policía Nacional acusa a un menor de 15 de años de al menos 30 robos en taxis, cuyas ventanillas destrozó con un martillo para apoderarse del dinero que hubiera dentro. El adolescente estaba fugado de un centro de internamiento, donde permanecía recluido por delitos anteriores y se enfrentó a los agentes que lo arrestaron. Por ello, está acusado de resistencia y desobediencia y quebrantamiento de condena.

La Unidad de Familia y Menor (Ufam) de la Policía Nacional, que ha asumido las pesquisas, sigue realizando gestiones sobre el caso y no descarta que haya más víctimas y otras personas implicadas en los hechos.

La investigación se inició hace unas semanas, cuando se detectó una oleada de robos en taxis. Todos seguían el mismo patrón, por lo que pronto se sospechó que eran obra de la misma persona. El delincuente solía actuar de noche y destrozaba las ventanillas de los vehículos con un objeto contundente para poder apropiarse del dinero y los efectos de valor que había dentro. En la mayoría de los casos, el botín rondaba los 20 euros, ya que los taxistas no dejaban grandes cantidades en el interior de los vehículos.

Durante las últimas semanas, la Policía recibió una treintena de denuncias por robos similares. La investigación culminó el pasado viernes, cuando los agentes detuvieron a un menor de 15 años, con antecedentes y que se había fugado de un centro de internamiento. Cuando fue arrestado llevaba encima un martillo con el que supuestamente había cometido los robos y trató de evitar su detención, por lo que, además de los robos con fuerza, se le imputa un delito de resistencia a agentes de la autoridad.