Una situación insólita se vivió ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma. Mientras la fiscal solicitaba una pena de seis años de cárcel para el acusado por intento de homicidio al tratar de tirar a su expareja por la ventana de un sexto piso en Eivissa, su expareja solicitó que fuera condenado a solo dos años por malos tratos continuados.

Los hechos que fueron ayer juzgados se cometieron sobre las tres de la tarde del 18 de agosto del año pasado en Eivissa. El acusado, presuntamente, agarró por la espalda y por el cuello a la víctima y la arrastró hasta un ventanal abierto en la sexta planta del edificio, según el escrito de acusación del fiscal.

La representante del ministerio público solicitó para el procesado una pena de seis años de prisión, al entender que los hechos que se enjuiciaban eran constitutivos de un presunto delito de homicidio, en grado de tentativa.

Sin embargo, la víctima de esta agresión, personada en el procedimiento como acusación particular, insistió en que su expareja, cuya relación con él definió como "un rollo", no ingresara en prisión. La mujer recalcó que el procesado "es un enfermo, no un delincuente". Por todo ello solicitó para él que fuera condenado a dos años de prisión por malos tratos habituales y la prohibición de acercarse a ella a menos de 200 metros de distancia durante un periodo de dos años.

La testigo aseguró que el día de autos el procesado "estaba borracho". Pese a que le había conocido dos años antes, en todo este tiempo había formulado una docena de denuncias contra él, que se habían saldado en nueve detenciones.

La compañera de piso de esta denunciante, que declaró por el contrario visiblemente afectada, aseguró que el individuo se coló en la vivienda y que no pudo impedirlo. "Tuve que salir de casa para ir a trabajar", aseguró entre sollozos.

Previamente, la víctima había avisado a la Policía temiéndose que tuviera un comportamiento violento al irrumpir en la vivienda. El agresor se abalanzó sobre ella, La denunciante también criticó la actuación de los agentes al llegar poco tiempo después. "Le pegaron una paliza impresionante", señaló. Mientras, uno de los policías actuantes declaró que la víctima "pedía socorro en todo momento" y que le tuvieron que reducir. "La arrastraba hacia la ventana", indicó. "Estaba muy violento. Era una situación tensa", subrayó.

Por su parte, el acusado argumentó que ese día "trataba de arreglar las cosas" después de haber mantenido una acalorada discusión el día anterior.